BALAS PERDIDAS

Fragilidad y descubrimientos en la cuarentena

En situaciones excepcionales como esta, uno se quita las gafas de pasta y se emociona con cosas sencillas que no consideraba valiosas hasta ahora

Mafalda

Juan Gómez Jurado

Andan estos días las cabezas haciéndonos requiebros. Creo que no soy el único que pensaba que esta cuarentena que nos hemos encontrado la iba a utilizar para, por fin, leer aquellos libros que se nos hacían bola sin saber por qué, ver esa serie que se te pasó en su día y de la que todo el mundo te habla maravillas pero tú, metido en la vorágine de ver la serie de la semana, no encontrabas tiempo para ese clásico ( The Wire es mi espinita). De verdad, todos pensábamos que al fin tendríamos tiempo para ese ciclo de Eric Rohmer , para leer la etapa de John Byrne y Chris Claremont enterita al fin, para escucharse todo Bach , para aprender a hacer pan con masa madre y para manejar el Photoshop como un profesional a partir de ahora.

Pero la cabeza ha decidido que no, que bastante tiene con procesar todo lo nuevo que tiene que procesar, lo diferente a lo que era una rutina antes de que el bicho nos metiera en casa , que no puede, además de tratar de mantenerte alejado de los tuyos y preocupado por ellos, darte la calma necesaria para escribir, distraerte, concentrarte. Más allá de lo que tengas que hacer la siguiente media hora y siempre que sean cosas mecánicas como planchar, ordenar cajones o planificar nuestra siguiente salida al super para que no se nos olvide nada básico. Igual que nuestra prepotencia nos hizo pensar que, aquello que pasaba, sólo le iba a pasar a los de fuera, a los de muy lejos, ahora estamos teniendo un nuevo caso de «puesta en nuestro sitio» descubriendo que no tenemos control ni siquiera sobre nuestra propia capacidad de concentración.

Cosas ligeras

Por eso me van a permitir que hoy les hable de esas benditas cosas ligeras, del material de entretenimiento con una calidad enorme normalmente denostado y que hoy se rebela como una bendición para nuestras frágiles capacidades de atención. A situación excepcional, uno se quita sin problemas las gafas de pasta y se emociona hablando de cosas que siempre le han gustado pero no consideraba tan valiosas hasta ahora.

Reviso en Disney+ la serie de Patoaventuras , sí esos dibujitos de música tremendamente pegadiza que vimos en los 80. Y se rebela ante mí como una serie que no ha perdido nada de su frescura, muy al contrario, como una de las más interesantes de la animación televisiva. No sólo por una realización que permanece moderna como por unos guiones llenos de talento al servicio de Gilito y sus sobrinos . Puede que más de uno esté mirando a este párrafo con la nariz arrugada de perplejidad, pero aprovechen los siete días gratis que concede esta plataforma para echarle un ojo a un par de capítulos, creo que me lo van a agradecer. Y, si no, tampoco han perdido tanto de eso que nos sobra ahora: tiempo.

El arte de Quino

Escarbo también en otro producto aparentemente ligero que se me rebela como benéfico para mi cabeza: encuentro en la parte de atrás de mi estantería dos tomos con toda la obra de Quino . No sólo, por supuesto, su Mafalda , a la que creo que nadie discute su don para hacernos reír y pensar sin grandes discursos pero con mucha carga de profundidad. También ese lujo que es todo el resto de la obra que no protagoniza la niña hater de la sopa. Cada viñeta es un regalo de composición, humor y pensamiento servida en las dosis adecuadas para cómo estamos/cómo estoy en días así.

Acabo este repaso de productos entretenidos con algo más apropiado para mentes en el abismo como la mía con otro contenido parecido. El podcast Nadie Sabe Nada es un programa de improvisación que hacen Berto Romero y Andreu Buenafuente en el que, durante una hora, estos dos genios dan una lección de cómo hacer que tu mente funcione siempre de manera completamente perpendicular a lo esperado. Con la excusa de unas preguntas que envían los oyentes, ellos juegan a sorprender, a epatarte con su talento y a que acabes cada programa sintiéndote un poco más feliz, No en vano, es uno de los podcast más escuchados de España. Les aseguro que yo espero con hambre el momento en que aparece en mi teléfono.

Vendrán días mejores para hacer todas esas cosas que nos prometimos, habrá un momento en que nuestro ánimo se serene y nuestro foco se enfoque. Ahora relájense, dejen de exigirse y de sentirse mal. Estamos como estamos, y, sobre todo, estamos. Ya vendrá todo lo demás, trabajen su sonrisa, se ha rebelado como vital para acabar esto sanamente.

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