«Las dictaduras que se vivieron en Argentina y España unen sus culturas»

Después de trabajar como comisario en la sección de galerías jóvenes de ARCO –«Opening»– entre 2012 y 2014, Manuel Segade (La Coruña, 1977) acude hoy a la feria de arte contemporáneo para coordinar una mesa redonda. Estará enmarcada en el programa «Foro Argentina en ARCO», y tendrá por título «Cuerpos, sexualidad y performance». La exposición girará en torno a tres autores argentinos: Marcelo Pombo, Dudu Quintanilha y Mariela Scafati, todos ellos presentes en el recinto ferial de IFEMA.

«Son tres voces muy distintas pero a la vez muy fuertes», explica Segade desde el Centro de Arte 2 de Mayo (CA2M), del que es director desde finales de 2015. Dice el gallego, a propósito de lo característico de Pombo, que el bonaerense defiende «un arte popular minoritario», pero que éste, al mismo tiempo, tiene la capacidad para «trascender de manera peculiar».

El creador está presente en la galería Barro con Diego Bianchi.

No escatima en palabras Segade para diseccionar la manera en que cada uno de los artistas siente el arte. Si de Pombo remarca la facilidad para dejar huella, de Quintanilla, que representa la galería Mite junto a Laura Codega, comenta que coincide con el primero en su posición marginal en cuanto a lo que se refiere a género, pero con una distinción fundamental: el diálogo corporal.

«Mariela Scafati –galería Isla flotante con Leticia Obeid– es una verdadera activista», subraya el comisario gallego. De esta mujer resalta «su capacidad para unir belleza y política». «Es muy curiosa», dice Segade, porque «nosotros no lo vemos como algo tan necesario, pero en Argentina es distinto».

Se detiene el comisario en ese nexo entre belleza y felicidad que tan obvio puede parecer en primera instancia. Lo rescata de Argentina para acercarlo a nuestras fronteras: «Es un pensamiento inte- resante, y aplicable a lo madrileño. Lo llamaría ‘hedonismo crítico’ enmarcado en la idea española de la noche, de compartir». Extrae como conclusión de lo que aportará el foro lo distintivo de «la confluencia entre dos generaciones distintas» que en el mismo se dará.

En cuanto a su visión de lo que representa el arte argentino, que al fin y al cabo será el que da forma a esta edición de ARCO, Segade alude a la fuerte crisis que recientemente sacudió al país. «Quizá por eso, los argentinos han reunido todas las disciplinas en torno a una idea», concluye. También repara en las similitudes entre el arte de allí y el de España, a partir de un elemento común en el pasado reciente de ambas naciones: las dictaduras que vivieron. «Unen irremediablemente nuestras culturas», asegura.

Como actividades paralelas a ARCO, el centro que dirige acoge la exposición «Perspectiva» de Jorge Macchi, así como un encuentro para explicar la cultura contemporánea de Argentina, dentro del programa «Una novedad que comienza», y que estará bajo la batuta de Mariano Mayer. Tratarán de explicarla desde la literatura, la música y otros campos, siempre en colaboración con artistas del país sudamericano.