Blanca Gracia: palabra de náufraga

«Con los impulsos de chamanes, curanderos y alcaravanes, magia simpática, conjuraciones gregarias y totemización, con faquirismo y la sabiduría de fondo de los filósofos zen, contestar a las preguntas con preguntas o con parábolas paradójicas», decía Van der Grinten a propósito de la obra de Beuys , el prototipo de artista chamán… Se trataría, aplicando un filtro estructuralista -un enfriamiento posmoderno-, de reconocer esas olvidadas «palabras irracionales que nos ayudaban a hablar con el mundo» a las que se refiere Blanca Gracia (Madrid, 1989).

Esta joven artista, que asegura partir siempre del dibujo -y que expone en esta primera individual madrileña dos deliciosas acuarelas-, ha desarrollado a lo largo de los últimos años una inteligente, poética, imaginativa y siempre luminosa reflexión sobre el mito que abarca dibujos, vídeos, obras sonoras, pequeñas escenografías, performances e instalaciones. En Twin expone por primera vez un conjunto de óleos claramente basados en su trabajo con la acuarela junto a una instalación consistente en una tela que figura la jungla, tras la cual crecen flores animadas y se oyen sonidos y palabras pronunciadas en distintas lenguas. Podría proponerse que la exploración del mito de Gracia fusiona la recuperación de lo chamánico de Beuys -en títulos como Yo soy montaña - y su actualización barthesiana (por ejemplo, en sus Mitos cotidianos , de 1964) compatible con el pop, ya que formalmente esta pintura exuberante, envuelta en una maraña de flores, tiene mucho de psicodélica.