Arriba, detalle de una página sacada de una Biblia hebrea cuya estructura es tripartita y está marcada por la voz de Dios: Ley, los Profetas y los Escritos
Arriba, detalle de una página sacada de una Biblia hebrea cuya estructura es tripartita y está marcada por la voz de Dios: Ley, los Profetas y los Escritos
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«La Biblia», surtidor creativo

El monumental proyecto de estudiar el influjo de la «Biblia» en la literatura española e hispanoamericana ofrece una enciclopedia rebosante de amplitud y erudición

Madrid Actualizado: Guardar
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Los cinco volúmenes dedicados al estudio de la Biblia en la literatura española (uno de ellos, el V, a su presencia en la literatura hispanoamericana) dirigidos por Gregorio del Olmo Lete, es una obra monumental por su amplitud y erudición. Su complejidad temática, la atención a numerosos autores, incluida la influencia en la cultura sefardí, los aspectos teológicos, literarios e históricos, hacen que esta suerte de enciclopedia, llevada a cabo por una nómina muy amplia de colaboradores, sea difícil de comentar en pocas líneas. El estudioso canadiense Northrop Frye, que sumaba a su inteligencia y erudición una notable soberbia, ya indicó en su «Poderosas palabras» que al «estar escrita en lenguaje poético, también debería ser posible aproximarse a la "Biblia" como si se tratara de una suerte de microcosmos o epítome de la unidad de la experiencia literaria en los países occidentales».

Ciertamente, no todo en la «Biblia» es lenguaje poético, ni siquiera de manera estructural, pero sin duda puede entenderse en su sentido más profundo como surtidor imaginativo, capaz de suscitar elementos creativos susceptibles de adoptar formas diferentes.

La obra está concebida de manera histórica. No es un diccionario (como el de D. L. Jeffrey en relación al mismo tema en la lengua inglesa), sino una visión diacrónica que analiza «el influjo que la temática bíblica ha ejercido en los autores en sus diferentes épocas». Por lo que he podido ver, hay periodos y autores muy bien estudiados, y otros en los que se ignoran problemáticas filosóficas y religiosas, incuso aspectos de interpretación textual de importancia radical; pero aunque señalo esto, creo que el conjunto es de un rigor admirable y sin duda se convertirá en una obra de consulta para todos los que no sólo se interesan por los contenidos religiosos, o inspirados de manera directa o indirecta en la religión judeo-cristiana, sino por la literatura como tal. Pero ¿qué es la «Biblia»? En primer lugar un conjunto de libros que recogen diversas tradiciones orales, cuya textualización crítica se produce, como indica Olmo Lete en su erudita introducción, «como instrumento de control y configuración de la conciencia religiosa». Los libros contenidos en las dos biblias (judía y católica) es el producto de una canonización (Sínodo de Yavne y concilio de Calcedonia) que supone dejar fuera tradiciones orales y textos muy variados en géneros y aspectos históricos y religiosos, algunos de los cuales se conocen, tanto en la vertiente judía como en la cristiana, como apócrifos.

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