Una exposición recrea en Alemania el particular universo de Tim Burton

«Es, en cierta manera, espantoso. Es como si abrieran el armario y la gente viera tu ropa sucia». Con estas palabras, el director de cine estadounidense Tim Burton («Pesadilla antes de Navidad», «Eduardo manostijeras», «Sleepy Hollow») ha explicado su nueva exposición en Alemania, «El mundo de Tim Burton»: un peculiar viaje al interior de la mente de este artista californiano, de 56 años, y que ya ha recorrido Praga, Tokio y Osaka. La muestra se inaugura hoy en el Museo Max Ernstde la pequeña localidad de Brühl –situada en Renania del Norte-Westfalia, entre Bonn y Colonia–, hasta donde ha llegado Burton personalmente.

La exposición, que permanecerá abierta hasta el 3 de enero, presenta más de quinientos dibujos del director, así como muñecos de películas, fotografías, maquetas, guiones, documentos personales y otros objetos usados en sus producciones.

Según el director del museo, Achim Sommer, la exposición promete ser una mirada curiosa en el mundo del realizador audiovisual, pintor, diseñador y fotógrafo: «Ofrecemos, si así lo quieren, un viaje demente directo a la cabeza del genial artista», ha comentado Sommer.

La exposición en el Museo Max Ernst ha sido organizada por la comisaria independiente Jenny He en colaboración con Tim Burton Productions.

En sus películas, Burton crea mundos imaginarios abarrotados de elementos góticos, en los que integra personajes inadaptados, enigmáticos, antisociales, pálidos y tímidos, con el cabello alocado como él mismo. Desde su primer largometraje –«La gran aventura de Pee-Wee» (1985)–, ha dirigido y producido gran cantidad de filmes, muchos de ellos premiados: «La novia cadáver» (2006) y «Frankenweenie» (2012) fueron candidatas al Oscar a la mejor película de animación. Tiene por costumbre trabajar a menudo con su amigo íntimo Johnny Depp, el músico Danny Elfman y su expareja Helena Bonham Carter.

Con diez años, Timothy «Tim» Walter Burton rodó su primera película de terror. «Nunca tuve miedo de los monstruos. Siempre tuve simpatía por ellos», recordó en rueda de prensa. «Pero si no le dan miedo los monstruos, ¿entonces qué le da miedo? «La vida real», aseguró el director, cuya primera exposición pudo verse en el MoMA de Nueva York en 2009, donde se exhibieron diez mil dibujos.