«Araña», Celda de Louise Bourgeois de 1997, expuesta en el Guggenheim de Bilbao
«Araña», Celda de Louise Bourgeois de 1997, expuesta en el Guggenheim de Bilbao - AFP

Las obsesiones de Louise Bourgeois

Las inquietantes Celdas de la artista francoamericana, que se exhiben en el Museo Guggenheim de Bilbao, le sirvieron para exorcizar sus demonios y fantasmas. Estos son algunos de ellos

Bilbao Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A caballo entre los relicarios medievales, los gabinetes de curiosidades del XIX, la instalación, la escultura y la escenografía teatral, las Celdas de Louise Bourgeois contienen una gran carga psicológica y emocional. Encerró en ellos sus sentimientos, sus vivencias, sus recuerdos más íntimos.

12345
  1. La madre protectora

    «Araña», Celda de Louise Bourgeois de 1997, expuesta en el Guggenheim de Bilbao
    «Araña», Celda de Louise Bourgeois de 1997, expuesta en el Guggenheim de Bilbao - AFP

    Louise Bourgeois creó en 1994 su primera araña. Se ha convertido en la imagen más reconocible, y cotizada, de la artista. Simboliza para ella la madre, protectora y tejedora. La suya tenía un negocio familiar de restauración de tapices en la localidad de Choisy-le-Roi, cerca de París. Su hija nunca superó su muerte a causa de la gripe española que contrajo años antes. Louise tenía 21 años cuando falleció su madre. El Museo Guggenheim de Bilbao tiene en su colección una araña de esta artista de gran tamaño, que luce inquietante en el exterior.

  2. El padre infiel

    «Pasaje peligroso», Celda de Louise Bourgeois de 1997
    «Pasaje peligroso», Celda de Louise Bourgeois de 1997 - THE EASTON FOUNDATION, VEGAP

    «Pasaje peligroso», la mayor Celda de Louise Bourgeois, consta de varias habitaciones, como si fuera su propia casa. En ella vemos una silla eléctrica, sillas que estaban en el desván de la casa y que cuelgan del techo de esta estructura metálica rectangular... La madre, metamorfoseada en araña, contempla en la última estancia una escena que marcó para siempre a Louise: la infidelidad del padre con la niñera británica, Sadie Gordon Richmond, que estuvo trabajando en la casa familiar una década. La artista siempre mantuvo una relación de amor-odio con su padre.

  3. El dolor y el miedo

    Una mujer fotografía «Celda (la última subida)», de Louise Bourgeois, de 2008
    Una mujer fotografía «Celda (la última subida)», de Louise Bourgeois, de 2008 - REUTERS

    Cada Celda, decía la artista, trata del miedo y representa diferentes tipos de dolor: el físico, el emocional, el psicológico, el mental e intelectual... Sobre estas líneas, su última Celda, de 2008, en la que incluye la escalera de caracol que había en su estudio de Brooklyn, que ocupó de 1980 a 2005. Sus miedos le llevaron a psicoanalizarse desde 1952 hasta 1967 con el Dr. Lowenfeld. «El arte es garantía de cordura»: la artista incluyó este lema en varias de sus Celdas.

  4. El abandono y los recuerdos

    Interior de «Líquidos preciosos», Celda para la que Bourgeois utilizó un depósito de agua que había en su estudio de Brooklyn
    Interior de «Líquidos preciosos», Celda para la que Bourgeois utilizó un depósito de agua que había en su estudio de Brooklyn - AFP

    «Necesito mis recuerdos. Son mis documentos», confesaba Louise Bourgeois, que tenía pavor a ser abandonada. Las muertes de su madre, su padre, su marido (el historiador del arte norteamericano Robert Goldwater, con el que se marchó a vivir a Nueva York); uno de sus hijos, Michel, que adoptó y falleció en 1990... le llevaron a la depresión y a varios intentos de suicidio. Según Jerry Gorovoy, asistente de la artista durante 30 años, trató de quitarse la vida al menos en dos ocasiones y, posiblemente, fueron tres veces. Sobre estas líneas, interior de la Celda «Líquidos preciosos», para la que utilizó un depósito de agua que había en la azotea de su estudio en Brooklyn.

  5. La culpa

    «Habitación roja (Padres), Celda creada en 1994 por Louise Bourgeois
    «Habitación roja (Padres), Celda creada en 1994 por Louise Bourgeois - THE EASTON FOUNDATION, VEGAP

    Las únicas Celdas emparentadas entre sí de las más de sesenta que hizo a lo largo de su longeva carrera (murió a los 98 años y estuvo trabajando hasta el final) son «Habitación roja (Padres)» y «Habitación roja (Niño)», presentes en la exposición del Museo Guggenheim, «Estructuras de la existencia: las Celdas». Las puertas proceden de unos juzgados de Manhattan. En ellas aborda temas como la sexualidad, la culpa, la vergüenza, los celos y la violencia. Hay muchos objetos de color rojo en el interior de estas Celdas: las sabanas, los hilos, unas manos entrelazadas... En el cojín que hay sobre la cama de los padres, Louise bordó: «Je t'aime».

Ver los comentarios