Muere el artista Christian Boltanski a los 76 años

La obra del creador francés es un 'diálogo' permanente con la historia y sus tragedias más atroces

Christian Boltanski J. P. Q.

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Christian Boltanski (1944) murió este miércoles, día de fiesta nacional, conmemoración de la toma de la Bastilla (1789). Detalle que hubiese hecho 'reír' a un creador cuya obra es un 'diálogo' permanente con la historia y sus tragedias más atroces .

Artista plástico, fotógrafo, escultor, cineasta, Boltanski comenzó haciendo pintura 'clásica', cuando sus contemporáneos todavía 'corrían' detrás de sucesivas vanguardias: pop crítico, pop decorativo, realismo crítico, conceptualismos. Hasta que decidió participar en las corrientes dominantes del arte de su tiempo , de una manera muy crítica, amarga, feroz.

Hijo de un médico de origen judío y una madre escritora, compañero y esposo, finalmente, de otra gran artista plástica, Annette Messager , Boltanski utilizó los más diversos recursos y 'herramientas' para 'dialogar' de la manera más crítica con la historia.

Recurriendo a fotografías de muy diverso origen, sin un interés 'artístico' particular, reconstruyó historias de seres, familias y 'sociedades' anónimas que siempre evocaban las tragedias de la ocupación, los campos de concentración , la devastación del arte a través del comercio y la especulación. Boltanski no utilizaba las imágenes y la fotografía como 'espejos' ni 'documentos': utilizaba las imágenes y las fotografías a la manera de Valle Inclán … espejos cóncavos donde el espectador debe contemplar su propio puesto en el devenir siempre trágico de la historia.

Recurriendo a trastos viejos y ropas usadas, 'abandonadas' en inmensos sitios de exposición, rendía un homenaje trágico a los muertos anónimos y sin reconocimiento.

Evitando a todo momento el 'sentimentalismo' y el 'humanismo', evitando, así mismo, los aspectos más convencionales de los realismos críticos y los conceptualismos, Boltanski nos invitaba a recordar los despojos de nuestras memorias colectivas, víctimas de las manipulaciones ideológicas, políticas y administrativas .

El sentido de su obra

En Francia, Europa, las Américas, Boltanski gustaba 'instalar' sus 'materiales' (aparatos rotos o usados, restos de fábricas abandonadas, colecciones de muebles rotos o desvencijados) en grandes espacios públicos, invitando a sus públicos a reflexionar por cuenta propia.

Durante los últimos veinte o treinta años, Boltanski se instaló en el podio de los grandes maestros que habían decidido vivir 'dentro' y 'fuera' del sistema: se benefició de la 'comprensión' del Estado, pero siguió trabajando en la periferia parisina, en Malakoff, un suburbio en otro tiempo obrero.

Con motivo de uno de sus últimos trabajos, la instalación de una pirámide de ropa usada, en el corazón del Grand Palais parisino, Boltanski comentó a ABC el 'sentido' de su obra de este modo: «Sí, la muerte está presente, como usted dice… Me recuerda usted una exposición que hice en su país, en Santiago de Compostela. Me habían ofrecido un museo, pero no me convenció. Y me ofrecieron una iglesia, que me pareció un sitio ideal. El día de la inauguración apareció una señora que iba a rezar y me preguntó: “¿Qué está usted haciendo aquí?”. “Un homenaje a los muertos”, le dije… y me respondió que estaba encantada. Si le hubiese dicho que montábamos una obra de arte contemporáneo le hubiera parecido horrible, justamente. Pero el homenaje a los muertos le inspiró respeto. Aquí, en el Grand Palais, me gustaría pensar que el público pudiera integrarse en la instalación, dejando una huella de los propios latidos de su corazón…».

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