La extraña historia del artista que debe probar ante un juez que no pintó un cuadro

Es probablemente uno de los procesos más extraños de la historia del arte moderno. Un célebre pintor británico tendrá que probar ante un tribunal estadounidense que no pintó un lienzo.

Robert Fletcher, un guardia de prisión canadiense retirado, afirma tener una pintura de Peter Doig, un artista de renombre internacional por cuyos cuadros se pagan millones de dólares. Pero Doig niega la autoría de esta obra.

El asunto ha llegado hasta un juez de Illinois, que tendrá que determinar este viernes, si se trata de una estafa o si el artista intenta esconder un oscuro pasado.

Fletcher, que presentó la demanda contra el pintor en 2013, afirma haber perdido una importante venta y pide daños y perjuicios, así como un reconocimiento de la autenticidad de la pintura.

La obra, que representa una canoa blanca en un pantano, podría valer millones de dólares si fuera de Peter Doig, contra algunas decenas de miles de dólares si su autoría es discutida.

«Doige» y Doig

El jubilado jura que los dos hombres se encontraron en Canadá en 1976. En aquel entonces, habría comprado la obra por la módica suma de 100 dólares al artista que firmó «Doige» y no Doig.

El asunto llegó hasta un tribunal de Chicago y levantó revuelo en el mundillo del arte contemporáneo.

«Los detalles de este asunto son muy inusuales», reconoció Matthew Biro, profesor de arte moderno en la universidad de Michigan.

«El proceso podría crear un precedente», afirmó. «Si Doig pierde el juicio, quién impediría a otros coleccionistas que creer haber encontrado un cuadro de enorme valor que persiguieran al artista en los tribunales?».

Según los abogados de Fletcher, expertos en arte han encontradosimilitudes entre el trabajo de Doige y el del afamado Peter Doig.

«No hay duda de que la polémica pintura fue realizada por Peter Doig», escribió Peter Bartlow, galerista en Chigaco, en un informe remitido al tribunal. Bartlow, que se unió a la denuncia, afirma que su análisis está fundado en «numerosas formas idiosincrásicas» atribuibles a las pinturas de Doig, como «el color y la textura de la pintura».

Hace algunos años, Fletcher llamó al galerista para que le ayudara a vender el cuadro en una subasta, una transacción con la que este último habría obtenido un porcentaje si la autenticidad se verificaba.

Para Fletcher y Bartlow, Doige y Doig son la misma persona. Le piden al pintor detalles sobre su paradero entre 1976 y 1978, periodo en que fue comprado el cuadro. El artista no ha podido reunir las pruebas solicitadas.

En la cárcel por posesión de LSD

El exfuncionario de prisiones dice haber conocido al individuo llamado Peter Doige cuando se encontraba en libertad condicional tras una estancia en la cárcel por posesión de LSD.

Los abogados de Robert Fletcher insinúan que Peter Doig niega la autoría de la obra por miedo a revelar un turbulento pasado ligado a las drogas y la prisión.

La acusación subraya las intrigantes similitudes entre el Peter Doige que Fletcher conoció y Peter Doig. Por ejemplo, Doige y Doig se encontraban en Canadá en las mismas fechas y el artista ha confesado haber consumido LSD, según detallan los abogados de Fletcher en la documentación judicial. «Tres famosas pinturas de Doig, «Windowpane», «Blotter» y «Orange Sunshine», hacen referencia a variedades de LSD», destaca William Zieske.

Doig asegura, sin embargo, que no ha visto jamás a Robert Fletcher, nunca ha estado en la cárcel en Canadá y Peter Doige no es más que un homónimo. Sus abogados dicen que la policía no tiene ninguna huella de su pretendida estancia en prisión.

Habrían encontrado también a un canadiense llamado Peter Doige, fallecido en 2012, que estuvo en prisión en los años 70 y también fue pintor. Presentaron ante el tribunal un documento de identidad del fallecido cuya foto, de 1976, muestra un extraño parecido con Peter Doig.

El juez de Illinois podría dar su veredicto este viernes.