«Cirujanos» del Bellas Artes

Realizan una labor callada, constante, meticulosa y vital para la salud de los fondos que integran la colección artística del Museo de Bellas Artes de Sevilla. A los tres componentes de su taller de restauración nunca les falta trabajo y por sus manos han pasado algunas de las principales joyas de esta pinacoteca. Son como los «cirujanos» que, con la precisión de sus pinceles y conocimientos, velan por el buen estado físico de sus ilustres pacientes, manteniendo para ello un contacto directo con los conservadores que desarrollan su cometido en el museo.

Fuensanta de la Paz lidera desde 1998 este taller, integrado en la actualidad por Mercedes Vega y Alfonso Blanco, y que ahora cuenta, además, con la colaboración eventual de cuatro restauradores de refuerzo.

Y es que el taller se halla, como es habitual, a pleno rendimiento con los encargos que precisan de su atención especializada y, entre ellos, uno tan específico como la exposición de fondos propios que el Bellas Artes proyecta para la próxima primavera.

Con el paisaje como protagonista, la muestra ofrecerá una panorámica del distinto tratamiento que esta temática ha ido recibiendo desde finales del siglo XV y hasta mediados de la centuaria pasada, recurriendo para tal fin a una treintena de obras, de las que la mitad, aproximadamente, supondrán todo un descubrimiento para el espectador al no haberse expuesto durante décadas.

«En general, estamos haciendo tratamientos de conservación para daños puntuales y, en ciertos casos, restauraciones integrales que afectan tanto a los soportes como a las pinturas», explica a ABC Fuensanta de la Paz, quien destaca los informes técnicos y científicos —apoyados en estudios radiográficos y estatigráficos— que derivan de todas estas actuaciones y que contribuyen a un mejor conocimiento de sus respectivas obras de arte.

Entre las piezas que en estos momentos son foco de atención del equipo de especialistas cabrían destacar tres: un políptico (pintura distribuida en distintos paneles con varias escenas) del siglo XV sobre la Pasión, atribuido a Juan Sánchez San Román; la pintura sobre lienzo de Vicente Alanís, de finales del XVIII, «Hernán Cortés llegando a México» y, sobre todo, una tabla del XVI desconocida para el gran público que representa a «San Jerónimo», cuya autoría atribuyen algunos expertos a Pedro de Campaña y otros a Hernando de Esturmio.

«Se trata de una pintura sobre tabla de muy buena calidad, que conserva su estructura primitiva completa y en un buen estado», detalla De la Paz.

La exposición, que se dividirá en tres apartados —pintura antigua, el paisaje de los siglos XIX y XX y una sección concreta dedicada a Sevilla—, se nutrirá de lienzos de Brueghel, Jan Wildens, Emilio Sánchez Perrier, Gonzalo Bilbao y Javier Winthuysen, entre otros.