El ‘Voyage’ de ABBA, la nostalgia como coartada

El primer disco de la banda sueca en cuatro décadas ofrece buenos momentos a pesar de pecar con canciones de relleno

El grupo protagoniza el acontecimiento discográfico del año Baillie Walsh / vÍDEO: Abba regresa a los escenarios de manera virtual - ATLAS
Nacho Serrano

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Después de más de cuarenta años sin novedades, que no en silencio (en este tiempo han añadido ceros a sus cuentas con recopilatorios y apariciones en musicales y bandas sonoras), ABBA renacieron de las cenizas de la nostalgia hace un mes y medio, cuando lanzaron los sencillos ‘I Still Have Faith In You’ y ‘Don’t Shut Me Down ’, prometedores adelantos de ‘Voyage’, su nuevo álbum y a la vez su canto de cisne, y por ende el acontecimiento discográfico del año . La presentación del proyecto en una rueda de prensa online tuvo un impacto mediático de primer orden , ya que que a los pocos días ya se habían reservado 120.000 copias solo en Gran Bretaña, y la impresión de los correspondientes LP de vinilo ha acaparado estos últimos meses la producción de las fábricas europeas de cara a la campaña navideña.

A aquellas dos canciones, pura marca de la casa, les siguió un tercer y último adelanto publicado hace unos días con el título de ‘ Just a notion’ , que fue compuesto a finales de los setenta y llevaba todo este tiempo en un cajón. Se trata de un estupendo tema, probablemente el mejor de todo el álbum, que misteriosamente quedó descartado del repertorio final del disco ‘Voulez Vous’ de 1979, y que guarda una diferencia notoria con los otros dos singles: éstos se han grabado con motivo de la edición de ‘Voyage’, pero las voces de ‘Just a notion’ son las originales de la grabación de septiembre de 1978.

Tras el arranque con la balada épica de la mencionada ‘I Still Have Faith In You’, ‘Voyage’ acierta de pleno subiendo las revoluciones rítmicas con el aire celta de ‘When you dance with me’ , una ‘feel good-song’ de manual que puede funcionar tan bien en la grandiosidad de un estadio como en la calidez de una casa con chimenea en Navidad. El tercer corte es ‘Little things’ , que también apela a los días de Santa Claus pero con una delicadeza titilante algo empalagosa, y el cuarto es el ya conocido 'Don't shut me down’ , que seduce al instante al girar en la misma órbita de clásicos como ‘The winner takes it all’, 'Dancing Queen’ o ‘The Day Before You Came'.

Las flojísimas ‘I can be that woman ’ y ‘Keep an eye on Dan’ solo pasarán a la historia por haber sido incluidas como relleno en el último trabajo de ABBA, y el disco se acerca al final con ‘Bumble Bee’ (nada que ver con la demo ‘Free as a Bumble Bee’ de 1978 que circula en la Red), una melodía celestial y onírica que tiene más gancho gracias a un eficaz contrapunto de ritmo castrense. En el estribillo de ‘No doubt about it’ sí brilla el poderío habitual de la banda sueca con un sing-along en condiciones que pone en valor su buena forma vocal y consigue evocar los mejores tiempos de ABBA, pero el intrascendente cierre monástico de ‘Ode to freedom’ provoca otra torcedura de gesto en el peor momento, el del final del disco, fulminando las ganas de repetir al completo un ‘viaje’ que tiene tres o cuatro paradas atractivas, pero otras tantas con poco que ver.

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