El eterno abandono del vagón de la «entrevista de Hendaya»

La «joya» ferroviaria, que fue testigo del encuentro entre Franco y Hitler, espera en Almazán (Soria) desde hace 20 años su rehabilitación

Estado actual del vagón, toda una «joya» ferroviaria ICAL

H. DÍAZ

23 de octubre de 1940. En Hendaya, una localidad francesa a poco más de 20 kilómetros de San Sebastián se reunían Francisco Franco y Adolf Hitler para abordar la participación activa o no de España en la Segunda Guerra Mundial al lado del Eje, formado por Alemania, Italia y Japón. Para desplazarse hasta allí, el entonces Jefe de Estado llegó a bordo del SS-3, un coche-salón del Ministerio de Obras Públicas que décadas antes había utilizado en sus desplazamientos el Rey Alfonso XIII.

Concebido de lujo, esta joya ferroviaria permaneció en servicio hasta bien entrados los años 50, fecha en la que se dio de baja en la Red de Ferrocarriles Españoles y fue subastada, permaneciendo en el olvido durante muchos años en una finca de La Mancha. En 1984 fue rescatada por los técnicos del Museo del Ferrocarril para trasladarla a Soria, donde se pensaba rehabilitar por la dependencia de Renfe «Explotaciones Forestales», pero la desaparición de esta entidad volvió a condenar a este «exclusivo» vagón a la más absoluta dejadez.

El proyecto de su rehabilitación fue retomado hace 20 años, con la firma de un acuerdo entre el Museo del Ferrocarril y Adema, la Asociación de Desarrollo Rural de Almazán (Soria), cuyo fin era su restauración a través de una escuela taller para su posterior exposición. El trabajo de los alumnos consiguió poner a punto gran parte de su interior, pero agotada la liquidez con la que contaban, el SS-3 volvió a quedar en el olvido en una nave de la antigua estación de La Dehesa. Y así se encuentra hoy, condición que no entienden desde Adema ni desde el propio Consistorio, ya que ambos coinciden en que tampoco haría falta mucha más inversión para verlo en el estado que hizo de él «el mejor vagón de la flota» desde su construcción, en 1929, hasta mediados del siglo XX.

Inversión

«Con una inversión de unos 30.000 euros se podría terminar y dejar en perfectas condiciones», sostiene el alcalde de Almazán, José Antonio de Miguel Nieto, que se ha propuesto resucitar el vehículo ferroviario –ya ha pedido una valoración a expertos restauradores–. El primer edil cree que el hecho de que perteneciera a Franco pudo resultar una «rémora» décadas atrás y que no se propusieran con firmeza darle lustre, pero insiste: «No deja de ser Historia y como tal hay que verlo. Hay que dejar nuestros reparos a un lado y ver esta joya como uno de los vagones legendarios de la historia de nuestro ferrocarril y de nuestra propia Historia». En ello coincide la gerente de Adema, Marisa Muñoz, quien recuerda a ABC, además, que este coche-salón fue mucho más utilizado por Alfonso XIII que por el Caudillo .

Forjado en los astilleros de Nervión en 1929, en su interior se emplearon todo tipo de maderas nobles y marqueterías. A su término, se adjudicó al Ministerio de Obras Públicas para todos aquellos desplazamientos que tuvieran que hacer desde el Monarca a presidentes del Gobierno y ministros: «Siempre era utilizado en viajes de carácter oficial, a excepción de la familia Real, que también recurría a él en traslados privados», rememora Muñoz. Al finalizar la Guerra Civil se siguió manteniendo como coche-salón importante y de igual manera se siguió recurriendo a él para los viajes oficiales del Jefe de Estado, de ahí que Franco se desplazase en él a Hendaya .

Los trabajos de limpieza, saneado, acuchillamiento y barniz, entre otros, realizados por los alumnos de la escuela-taller entre 2004 y 2006 supusieron un cambio «notable» en el interior del vagón, de aproximadamente 20 metros de longitud y compuesto por un salón central con todo lo ancho del coche, un pasillo de entrada a la cocina, un servicio y tres dormitorios, uno de ellos más grande. Nada tiene que ver con la actual condición exterior de este coche de estructura metálica y cerramiento de madera, mucho más destartalada. «Lo ideal sería recuperar la imagen que tuvo en su momento con un mobiliario similar», sostiene Muñoz, que no duda del tirón turístico que tendría este «tesoro» de la historia ferroviaria española.

Así lo cree también el alcalde, para quien resultaría ideal complementar su exhibición con la de otros coches antiguos para hacer una especie de «parque ferroviario con vagones históricos ». Para ello, Almazán ha solicitado a Adif la venta de las inutilizadas vías del tren Valladolid-Ariza, ubicadas en la mencionada estación convertida ahora en un centro de turismo rural. Allí podría situar el SS-3 con una cobertura adecuada que lo protegiese y permitiese su visita. De momento, el Consistorio y la sociedad ferroviaria no han conseguido ponerse de acuerdo en el precio de los terrenos. Además, continúa a la espera del presupuesto para la rehabilitación del destacado vagón, que el primer edil confía tener este enero y a partir del cual el Ayuntamiento estudiaría a que Administración acudir «para que nos eche una mano».

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