Descubren una pintura del siglo XVI oculta en un retablo de la catedral de Cuenca

La tabla renacentista de San Julián fue tapada en el Barroco por otra imagen del santo

La pintura renacentista hallada en la Catedral de Cuenca Cabildo de la Catedral de Cuenca

ABC

El Cabildo Catedralicio de Cuenca ha hecho público este lunes el hallazgo de una inédita pintura sobre tabla de 1567 con la imagen de San Julián , segundo obispo de Cuenca, en el retablo de la Capilla del Arcipreste Barba.

La parte central del retablo albergaba hasta ahora un deteriorado lienzo de San Julián recibiendo la palma de manos de la Virgen del siglo XVIII, copia del siglo XVIII del de Andrés de Vargas de la Capilla de la Virgen del Sagrario. Era una de las obras elegidas para ser restauradas en 2019, gracias a las aportaciones del Club VIP, del que ya forman parte 150 miembros y que se destinan exclusivamente cada año a la restauración de obras de arte.

En una nota difundida el mismo día en que se festeja a San Julián, patrón de Cuenca, el Cabildo explica que el pasado martes día 22 de enero, al realizarse los estudios previos al desmontaje de este lienzo, el restaurador Luis Priego y el propio director de la Catedral Miguel Ángel Albares, ayudados por el técnico del templo Ángel Zornoza, apreciaron que el lienzo había sido claveteado en sus márgenes a un soporte rígido de madera y que a lo largo de toda su extensión se encontraba soportado por una tabla en su parte posterior .

Se procedió al desclavado y se vio que bajo ese lienzo aparecía una tabla pintada . Al descubrir por completo la obra, pudieron reconocer la inconfundible imagen de San Julián vestido de Pontifical .

La capilla del Arcipreste Barba fue construida en 1569 y dedicada a San Julián por Antonio Barba, Arcipreste de Cuenca y Canónigo de la Catedral. En su interior, el Arcipreste la dotó con un retablo renacentista pero que posteriormente se transformó, al gusto de la época, en un retablo barroco .

La tabla, de 1,88 x 1,60 metros, pertenece al retablo original renacentista y desde 1795 había quedado oculta por el lienzo del siglo XVIII.

San Julián vestido de Pontifical Cabildo de la Catedral de Cuenca

Una vez descubierta la tabla del siglo XVI que ocupa toda la parte central de este retablo se observó que se había pintado sobre ella un marco blanco en el que se había claveteado el lienzo del siglo XVIII pero que la obra original se encontraba en toda su integridad , eso sí, con manchas de gotas de pintura, ligeras pérdidas, polvo y humos .

No obstante, la obra original permanecía intacta y es posible su recuperación y restauración. A falta de estudios documentales más precisos, se ha fechado la obra hallada de San Julián vestido de Pontifical en 1567 , época en la que este retablo ya se encuentra instalado en la Capilla.

El académico Antonio Ponz , en su «Viage de España’», ya daba cuenta de haber visto esta obra cuando visitó la Catedral de Cuenca antes de 1772. Al describir esta Capilla, antes de su transformación, dijo: «En otra capilla inmediata (a la capilla Vieja de San Julián) se ve una pintura en tabla, aún más antigua que la antecedente; pero que tiene expresión, y dignidad, y es San Julián sentado en trage episcopal. Es muy bella la arquitectura de este altar con dos columnas corintias, y su cornisamento».

El Archivero Capitular Antonio Chacón ha investigado sobre dos noticias acerca de esta Capilla y sus avatares. La primera de ellas en el Libro de Visitas de 1567 con fecha de 1 de septiembre donde se describe así el altar original: «Ay un altar nuevo y muy bueno, de pincel muy bien guarnecido en la pintura del señor San Julián, que está arrimado al dicho altar a la pared, y debaxo del altar unos cajones de noguera que sirven de alar y de tener los ornamentos… con aldabones y cerraduras». Este dato ha permitido fechar la pintura, por tanto, en 1567.

En el Libro Inventario de 1793 se describe exactamente cómo fue remozada la capilla y al dar cuenta de los trabajos de la nueva decoración del retablo realizados por los artesanos Pascual López y Antonio Malloli al nuevo gusto de la época, se especifica que «se clava el lienzo de San Julián con tachuelas al cuadro antiguo».

El Cabildo de la Catedra l ya ha informado del hallazgo a los responsables de Patrimonio de la Junta de Comunidades y espera iniciar próximamente la restauración de la pintura.

En la obra se ve a San Julián, en actitud sedente, enmarcado por una arquitectura renacentista, en la que se observa además el pequeño escudo del Arcipreste Barba incorporado. Vestido con capa pluvial, mitra y báculo, San Julián bendice con su mano derecha en la que se distinguen dos anillos, y con la izquierda, con otros dos, sustenta el báculo del que pende en su nudo superior un ‘panniculus’ o sudario liviano de tejido transparente que cae hasta la mano que empuña el báculo y vuelve a caer nuevamente hasta su pierna.

La mitra, ricamente adornada, muestra dos medallones con las figuras de dos Evangelistas, uno de ellos San Lucas. La capa pluvial, adornada a la manera del XVI, muestra en su hombro derecho la imagen de Santa Lucía, y a la izquierda la de Santa Catalina y San Antonio de Padua, y está decorada con un rico brocado. Pueden apreciarse asimismo los típicos cestos de mimbre, como se acostumbra en la iconografía de este santo, a su derecha dos cestos ya acabados sobre un mueble renacentista y a su izquierda en el suelo, mimbres y un cesto en su proceso de fabricación.

En su nota, el Cabildo catedralicio subraya que «a falta de mayores precisiones documentales y de la información que pueda suministrarnos la propia obra en el proceso de desmontaje y restauración, podemos afirmar que nos encontramos ante una extraordinaria pintura del renacimiento conquense y quizá muy próxima al taller de los Gómez ». La presencia de Gonzalo Gómez, hijo de Martín Gómez, está contrastada en Cuenca desde 1561 hasta 1580. En 1561 trabaja en la pintura de las puertas del Retablo Mayor de la Catedral y en 1567 en la misma reja de la Capilla, obra de Hernando de Arenas, dorándola y policromándola, lo que lleva a pensar que la pintura pudiera ser muy próxima a él o incluso suya.

A partir de hoy y hasta su desmontaje para su restauración, la obra podrá contemplarse en la Capilla del Arcipreste Barba en su estado actual, anuncia el Cabildo.

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