Samuel H. Sternberg

«No podemos vivir en una fantasía en la que el CRISPR no tiene aplicaciones peligrosas»

El bioquímico de la Universidad de Columbia y una de las mayores personalidades en la edición genética charla con ABC sobre la poderosa tecnología que está en boca de todos

El bioquímico Sameul H. Sternberg BBVA

Patricia Biosca

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Ha llegado como una total y absoluta revolución en la forma de hacer ciencia. CRISPR , el acrónimo de « Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats » -en español « Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente interespaciadas »- abre la puerta a modificar los genes de un amplio abanico de seres vivos, desde la planta del maíz hasta nosotros mismos. Algo que, en la práctica, se traduce al control de las plagas de mosquitos que propagan la malaria; a conseguir «cortar» las células cancerosas en una persona; o que una elefanta dé a luz a un mamut de carne y hueso , resucitando toda una especie. Las llamadas «tijeras moleculares» son la nueva promesa de las terapias genéticas: barato y relativamente sencilla de usar, este arma de doble filo también está alimentando polémicas sobre hasta dónde se puede editar el código de la vida.

Samuel H. Sternberg , bioquímico y director del laboratorio de investigación en la Universidad de Columbia, donde es profesor asociado del Departamento de Bioquímica y Biofísica Molecular, es uno de los mayores expertos en CRISPR del mundo. Con motivo de su visita a Madrid para la presentación de la nueva entrega del libro de la colección OpenMind de BBVA, titulado «¿Hacia una nueva Ilustración? Una década trascendente» , charla con ABC sobre los desafíos de esta nueva tecnología que cosecha esperanzas y miedos a partes iguales.

«Es importante moderar nuestras expectativas. CRISPR no va a cambiar el mundo como lo hizo la penicilina . Más bien va a significar el comienzo de tratamientos personalizados para enfermedades genéticas, y aún va a tardar en llegar a la sociedad y a tener un uso generalizado como las vacunas», afirma tajante Sternberg, que no se quiere mojar para dar una fecha de cuándo estos tratamientos casi «a la carta» podrán estar listos para la mayor parte del público. «Ahora hay polémica con el precio de este tipo de medicamentos. Por ejemplo, hace apenas unas semanas se anunció un tratamiento genético para la atrofia muscular espinal , pero vale 1.800 millones de euros . Hay que ver hasta dónde llega su éxito y si realmente valen ese dinero», critica.

El nacimiento de CRISPR con acento español

Las terapias génicas no son cosa de unos días: llevan entre nosotros 20 años utilizándose para mejorar pronósticos de enfermedades autoimnues o algunos tipos de cáncer y la Administración de Alimentos y medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) espera que en 2025 haya entre 10 y 20 de este tipo de tratamientos en el mercado estadounidense . «Ahora están comenzando los ensayos clínicos con CRISPR en todo el mundo, y creo que podrá ser una posibilidad médica antes de dos décadas », apunta tímidamente. Las expectativas están en todo lo alto: esta tecnología podrá corregir mutaciones genéticas, eliminar secuencias patógenas de ADN, insertar genes terapéuticos, activar o desactivar genes y más. « Y con un único tratamiento », señala el experto.

Pero, ¿qué es CRISPR? «Es importante saber que CRISPR es un mecanismo de la naturaleza visto por primera vez en una bacteria para luchar contra los virus», explica el experto. De hecho, fue el trabajo del microbiólogo Francisco Juan Martínez Mojica , que descubrió una secuencia en el ADN de una bacteria que permitía desarrollar mecanismos de inmunidad a este ser, la base de la tecnología CRISPR-Cas9 -y por la que se lleva rumoreando años que podría recibir un premio Nobel-. «Pero no hay de un solo tipo: existe el Cas9, que es el más conocido; pero también el Cas12, el CAS 13... Hay muchos tipos de “tijeras moleculares” y todas trabajan de forma diferente », explica Sternberg.

Por ejemplo, su equipo de la Universidad de Columbia acaba de publicar un tipo de tecnología que no corta, sino que pega información en el ADN de la célula . «Ahora, casi cualquiera puede acceder a CRISPR -un “kit” básico cuesta unos 60 euros y estudiantes pueden hacer sus propios experimentos en un laboratorio cualquiera-, lo que es muy bueno para la ciencia; pero también da la posibilidad de insertar esa molécula modificada no solo en una bacteria o en una rata, sino también en embriones , lo que es algo que nos debería hacer pensar».

Los peligros del CRISPR

Sternberg se refiere al tristemente conocido caso del científico chino He Jiankiu , quien asegura haber modificado el ADN de dos bebés gemelas -cuyo padre tenía VIH- para modificar el gen CCR5 , la puerta de entrada del virus del sida para atacar el sistema inmunológico humano. «No lo hizo para prevenir una enfermedad, sino que eligió introducir una modificación en el ADN sin tener en cuenta que había otras terapias ya probadas para parejas que tienen VIH y que quieren tener hijos sin esta dolencia», critica el bioquímico. « Es extremadamente irresponsable , y creo que es una verdadera vergüenza que la primera vez que se utilice en humanos sea para ganar fama, para un renombre, para conseguir titulares…».

Por ello, Sternberg cree que, «aunque debemos aprender todo lo que podamos de esta nueva tecnología», sobre todo en los laboratorios, «debemos hacer un uso responsable y que la sociedad en general, no solo la ciencia, debata acerca de sus futuras aplicaciones. No tratar de vivir en una fantasía haciendo como que no existe el peligro». En su opinión, debemos responder a la siguiente pregunta: « ¿Qué queremos hacer con algo tan poderoso? ».

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