CIENCIA

Las «Leónidas» más visibles, pero menos espectaculares de los últimos años

Expertos como el astrofísico Javier Armentia y el astrónomo Miguel Gilarte destacan la variabilidad de este tipo de lluvias de meteoros dependiendo de la cercanía del paso del cometa «Tempel Tuttle», que nos visita cada 33 años

Madrid Actualizado: Guardar
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Las «Leónidas», la tormenta de meteoros procedente de fragmentos dejados por el cometa «Tempel Tuttle», cuya órbita cruza la Tierra durante estos días, tuvo anoche su momento más álgido aunque lejos de la espectacularidad de otros años por la lejanía del paso del asteroide. Todo ello, a pesar de que la Luna estaba en cuarto creciente lo que apenas dificultó la observación de esta lluvia de meteoros.

De esta forma se cumple las predicciones de expertos como el astrónomo del Observatorio Astronómico Nacional Francisco Colomer, quien en declaraciones a EFE apuntó que anoche sólo se podrían ver unos 20 meteoros por hora siendo «una de las menos espectaculares de todas las que se pueden ver durante el año».

Como han explicado tanto el presidente de la Asociación Astronómica de españa, Miguel Gilarte, como el responsable del Planetario de Pamplona Javier Armentia, la espectacularidad de las «Leónidas» varían mucho de un año a otro, dependiendo de la cercanía del paso del «Tempel Tuttle» en el momento en el que cruza su órbita la Tierra y de la cantidad de material que vaya dejando por su órbita.

En este sentido, Gilarte ha destacado que 1999 y los años inmediatamente posteriores fueron muy buenos. «Por ejemplo, llegaron a caer 200 meteoros en 1933», ha apuntado.

Fragmentos de cometa

Esta caída de bólidos la forman «fragmentos del cometa «Tempel Tuttle» que entran en contacto con nuestra atmósfera a velocidades de hasta 20.000 kilómetros por hora, a una altitud de 100 o 200 kilómetros, según expertos como el astrofísico Javier Armentia que es el máximo responsable del Planetario de Pamplona.

Este material, del tamaño de «una lenteja» entra en contacto con nuestra atmósfera, según el presidente de la Asociación Astronómica de España, y se precipita sobre la Tierra desintegrándose y formando un haz de luz en el cielo. Para Gilarte, por comparación, un objeto del tamaño de un puño podría llegar a brillar tanto como la Luna llena, e incluso escucharse un silbido.

Gilarte ha aclarado que cuando el «Tempel Tuttle» se aproxima al sol, «el hielo se sublima en su superficie sólida produciéndose géiseres que difuminan las partículas por el espacio» y ha añadido que «cuanto pasen más cerca del Solo en menos tiempo , más rápidamente desaparecerá el cometa: No es lo mismo el «Tempel- Tutttle» que pasa frente al Sol cada 33 años que el «Halley» que lo hace cada 70 años».

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