Neil Jhonsonm, especialista en estudiar patrones en sistemas complejos, ha investigado a Daesh en las redes sociales
Neil Jhonsonm, especialista en estudiar patrones en sistemas complejos, ha investigado a Daesh en las redes sociales - Universidad de Miam
SCIENCE

Científicos crean un método para frenar la epidemia de Daesh en las redes sociales

Un modelo matemático ayuda a seguir a los grupos simpatizantes para predecir ataques o evitar la difusión de información y propaganda terrorista

MADRID Actualizado: Guardar
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Entre las víctimas de decapitaciones, violaciones, tiros en la nuca y torturas perpetradas por Daesh está Steven Sotloff, un periodista que informaba sobre la guerra civil en Siria hasta que fue secuestrado y luego asesinado en 2014, y que estaba vinculado a la Universidad de Miami, Estados Unidos.

Meses después de ese asesinato, un grupo internacional y en parte compuesto por investigadores de la universidad a la que estaba vinculado Sotloff ha desarrollado una nueva arma para luchar contra Daesh. Físicos y sociólogos han aunado sus fuerzas para infiltrarse en las redes sociales que los fanáticos utilizan para extenderse. Según los resultados publicados este jueves en la revista Science, han logrado desarrollar un modelo matemático capaz de predecir cómo proliferan y se extienden los grupos simpatizantes de Daesh en las redes, en una investigación que podría facilitar la tarea de los grupos antiterroristas.

«Fue como ver un proceso de formación de cristales. Pudimos ver a personas apareciendo en torno a ciertos grupos sociales; discutiendo y compartiendo información, en tiempo real», ha dicho Neil Johnson, un físico de la Universidad de Miami especializado en estudiar patrones que emergen de sistemas complejos (aquellos que sufren fenómenos inesperados gracias a la interacción de sus pequeñas partes), tales como seres vivos, ecosistemas o sistemas nerviosos. En esta ocasión, ha usado sus conocimientos para entender el funcionamiento del grupo terrorista en las redes sociales.

Los investigadores identificaron y analizaron segundo a segundo la información procedente de 196 grupos simpatizantes de Daesh durante un periodo de ocho meses. Descubrieron que, aunque ninguno de los 108.000 individuos implicados en esos grupos se había encontrado físicamente, formaban una comunidad caracterizada por tener una gran capacidad de adaptación y una gran facilidad para extenderse y reaparecer por medio de nuevas identidades, en el caso de sufrir ataques o el cierre de sus cuentas.

Objetivo: los agregados

«Hemos creado un mapa de carreteras por el que los sistemas legales y las agencias de seguridad pueden navegar para saber qué está ocurriendo y quién lo está haciendo», ha dicho Johnson. «Nuestro mensaje es: encuentra a los agregados, (grupos online que apoyan a Daesh), y tendrás en tu mano el pulso de toda la organización, de una forma que nunca podrías haber logrado si tuvieras que ir usuario a usuario de internet en busca de personas o hashtags específicos», ha añadido.

Como si se tratara de una epidemia extendida a través de internet, los investigadores pudieron observar cómo las redes son un medio excelente para inspirar a « lobos solitarios», que no tienen un historial de extremismo, pero que se ven «influidos» para proseguir su obra criminal.

«Nuestra investigación sugiere que cualquier "lobo solitario" apenas está solo durante cortos períodos de tiempo», ha dicho Johnson. «Como resultado del proceso de coalescencia (agregación de individuos simpatizantes en grupos) que vemos en la red, cualquiera de estos lobos siempre ha estado en uno de esos grupos o pronto lo estará en otro. Con tiempo, podemos seguir las trayectorias de los individuos, estudiando la ecología de estos agregados».

Para evitar este fenómeno, los investigadores plantean la opción de concentrarse en algunos grupos de seguidores para tratar de predecir posibles actos terroristas y anular la comunicación de propaganda e información de Daesh.

En opinión de Johnson, las fórmulas y modelos desarrollados pueden servir para ralentizar el crecimiento de grandes grupos de apoyo de Daesh. «Por ejemplo, para evitar que aparezcan agregados de 1.000 personas, las agencias pueden centrarse en romper grupos de, digamos, 100. Sin esas piezas pequeñas, las grandes no pueden desarrollarse».

Predicción de ataques

Sin embargo, Johnson se muestra prudente con la aplicación de estos conocimientos: «No me atrevo a decir que seguir los agregados pueda ayudar a predecir cuándo ocurrirán los ataques, pero vimos que antes de los ataques del mundo real las comunidades proliferaban», ha declarado en Nature.

De hecho, ha explicado que ya han establecido contacto con algunos servicios de inteligencia, pero ha confesado que estos no están cómodos con la complejidad del modelo científico. «Con suerte, la situación podría cambiar en el futuro, con matemáticos y sociólogos trabajando juntos en este tipo de asuntos», ha opinado el investigador.

VKontakte,

Para hacer estos estudios, los investigadores penetraron en la red social VKontakte que no es tan rápida como Twitter o Facebook a la hora de cerrar las cuentas y suprimir la actividad de estos grupos.

El trabajo de localizar grupos de apoyo comenzó manualmente, buscando hashtags en varias lenguas. Luego, se siguieron estos haghstags y se recopiló información. Una ecuación tomada prestada de la física y las matemáticas permitió ilustrar las fluctuaciones de estos grupos online para tratar de predecir sus futuros comportamientos.

En el callejón trasero de Daesh

Uno de los hallazgos más impactantes ha sido, en opinión de los investigadores, descubrir que el 40 por ciento de los seguidores decían ser mujeres. «Las mujeres tienen una posición imprevista en las redes de apoyo de Daesh, tienden a ser centros en el flujo de información entre seguidores, y a incrementar la longevidad de las comunidades».

Además, pudieron observar el comportamiento más íntimo de estos simpatizantes. Vieron cómo estos grupos desaparecían a causa de la presión de las fuerzas de ciberseguridad para luego «reencanarse» en forma de nuevas identidades. En otras ocasiones, les pudieron ver disminuyendo su actividad para tratar de pasar desapercibidos.

Este equipo seguirá siguiendo el comportamiento de Daesh en las redes, pero comenzará a estudiar cómo se extienden otro tipo de grupos unidos por creencias extremas, como por ejemplo, la homofobia. Además, Johnson opina que en el futuro sus ecuaciones podrán servir para seguir a los nuevos grupos que surgirán en torno a nuevas creencias.

«Siempre he estado muy interesado en cualquier cosa que tenga que ver con creencias muy extremas», ha dicho Neil Johnson en una entrevista publicada en Nature. «Hay muchos estudios que analizan cómo evoluciona el extremismo online, pero tienden a fijarse en las conversaciones entre individuos». Por eso él trató de hacer un análisis más global y cuantitavo. Quizás las matemáticas puedan ayudar a paralizar el crecimiento de la epidemia terrorista.

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