Los yihadistas que cometieron el atentado contra Charlie Hebdo rematan a un policía en el suelo
Los yihadistas que cometieron el atentado contra Charlie Hebdo rematan a un policía en el suelo - ARCHIVO

AtentadosLas peores masacres cometidas por los «lobos solitarios»

Estos individuos representan actualmente una de las mayores amenazas dentro del terrorismo yihadista. A raíz del ataque cometido esta madrugada en Orlando, ABC repasa las últimas actuaciones de este tipo que se han cometido en Europa

Madrid Actualizado: Guardar
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El ataque que ha tenido lugar esta madrugada en Orlando (Florida EE.UU.), en el club de ambiente gay Pulse, y que ha dejado 50 muertos y 53 heridos podría haber sido cometido por un yihadista, según fuentes cercanas a la investigación. El responsable de la masacre, identificado por la CBS como Omar Mateen –estadounidense de 29 y de origen afgano–, ha sido abatido por la policía sobre las cinco de la madrugada hora local después de retener durante más de tres horas a los asistentes a la discoteca.

Los agentes de la Oficina del Sherriff del Condado de Orange barajan la posibilidad de que Mateen tuviera inclinaciones hacia el islamismo radical y haya actuado como un «lobo solitario» de la yihad.

En el momento de cometer el ataque, el supuesto terrorista portaba un rifle, una pistola y algún tipo de artefacto explosivo que los agentes de la policía están tratando de localizar. Pero, ¿cómo actúan exactamente los «lobos solitarios» y cuáles han sido los atentados más brutales cometidos en Europa por estos terroristas?

Un lustro de terror en Europa

En los últimos años, el terrorismo islamista ha cambiado su modelo de actuación y han ganado peso los denominados «lobos solitarios» yihadistas: terroristas que deciden a su antojo dónde y cuándo atentarán sin seguir órdenes específicas de la organización –más allá de sembrar el terror con sus ataques. Dada la dificultad para impedir atentados de este tipo, los «lobos solitarios» se han convertido en una de las armas más letales del yihadismo en su empeño por acabar con los «infieles» de Occidente.

Además, la mayoría de estos asesinos son ciudadanos europeos que se auto-radicalizaron en sus países de origen a través de internet o la literatura, o que realizaron viajes a los dominios bajo influencia de Daesh o Al Qaeda –para recibir su entrenamiento en campamentos para terroristas–, o que tenían intención de hacerlo. Estas organizaciones terroristas consiguen la captación de los «lobos solitarios» a través de publicaciones como la revista «Inspire» –su principal órgano de propaganda–, donde el antiguo líder de Al Qaeda en la Península Arábiga, Anwar Al Awlaki, escribió: «Es mejor apoyar al Profeta atacando a aquellos que le calumnian que viajar a las tierras de la yihad como Irak o Afganistán».

El 2 de marzo de 2011, Arid Uka –ciudadano alemán de 21 años de origen kosovar– salió de su casa armado con una pistola de nueve milímetros cargada con catorce balas y dos cuchillos, y se dirigió a la terminal número dos del aeropuerto de Frankfurt. Una vez allí, disparó contra un contingente del ejército de EE.UU. que se dirigía hacia un autobús nada más aterrizar. Este atentado, considerado el primero de corte islamista en suelo alemán, causó la muerte de dos soldados estadounidenses y heridas a otros dos. En el juicio, Uka confesó que había cometido este atentado como venganza por la «actuación de EE.UU. en Afganistán» e influenciado por propaganda islamista radical de internet.

Michael Adebolajo –29 años– y Michael Adebowale –22–, dos islamistas británicos de origen nigeriano –que se autoproclamaron soldados de Alá–, asesinaron brutalmente al soldado Lee James Rigby el 22 de mayo de 2013. Los terroristas atropellaron a su víctima en la calle Wellington, del distrito Woolwich de Gran Londres. Después lo arrastraron por el pavimento y le asestaron varios machetazos con la intención de decapitarle. Este atentado fue cometido a plena luz del día –sobre las 14:20 hora local– en presencia de numerosos testigos. Uno de los asesinos se dejó grabar en vídeo justificando el ataque como una represalia por «los musulmanes que soldados británicos matan cada día». Además, con las manos ensangrentadas después de intentar degollar a su victima Adebolajo espetó: «Ojo por ojo, diente por diente. Nadie está seguro».

Pero sin duda, el país que más ha sufrido los atentados pertrechados por los «lobos solitarios» ha sido Francia. El 7 de enero de 2015 el mundo enteró se paralizó tras el ataque contra la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo en el que fueron asesinadas doce personas. Los hermanos Chérif y Said Kouachi –franceses de origen argelino–, encapuchados y armados con dos fusiles de asalto AK-47, comenzaron a disparar gritando: «¡Vamos a vengar al Profeta!», según varios testigos. Aunque este atentado tuvo una gran repercusión mediática –ya que el ataque estuvo motivado por una caricatura de Mahoma que publicó la revista en 2011 y fue considerado un ataque a la libertad de expresión por la comunidad internacional–, no fue la primera vez que los «lobos solitarios» actuaban en Francia.

En marzo de 2012, Mohamed Merah acabó con la vida de siete personas en Touluse, su ciudad natal. De origen argelino, Merah viajó a Pakistán donde se radicalizó y recibió entrenamiento. A su vuelta a Francia, asesinó a cuatro ciudadanos judíos –tres de ellos niños– tras disparar contra el colegio hebreo Ozar Hatorah el 19 de marzo. La policía francesa le abatió cuatro días después y pudo comprobar que también fue el responsable de otros dos ataques, cometidos en Toulouse y en la cercana Montauban los días 11 y 15 del mismo mes, en los que murieron tres paracaidistas del ejército francés. El arma que Merah utilizó para atacar a los agentes que intentaron detenerle, un Colt 45, fue la misma que empleó para cometer los siete asesinatos.

Otro de los países europeos donde también han actuado los «lobos solitarios» es Bélgica. El 24 de mayo de 2014, Mehdi Nemmouche, nacido en Roubaix al norte de Francia, asesinó a cuatro personas en el Museo judío de Bruselas. Armado con una pistola y un fusil Kalashnikov tardó solo noventa segundos en cometer este brutal atentado. Nemmouche se radicalizó tras su paso por prisión. Además, estaba en la lista de sospechosos de la Dirección General de Seguridad francesa, por haber combatido en Siria en 2013 junto a grupos rebeldes contrarios al régimen de Bashar Al Asad. Este «lobo solitario» fue detenido seis días después en la estación de autobuses de Marsella al ser interceptado cuando volvía de Amsterdam. La policía pudo identificarle y relacionarle con los asesinatos de Bruselas ya que en el momento de su detención, llevaba el rifle utilizado en el ataque –y que fue grabado por las cámaras del museo belga– y un vídeo en el que se adjudicaba la autoría del tiroteo.

Esta es la grave situación a la que tienen que hacer frente las fuerzas de seguridad de los estados europeos. Jóvenes musulmanes nacidos dentro de sus propias fronteras y que se radicalizan a través de internet. No están integrados en ninguna célula terrorista pero están preparados para cometer atentados en cualquier momento. Son los «lobos solitarios» de la yihad: los terroristas que atemorizan a Europa.

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