Científicos españoles descubren cómo fabricar células madre con mayor seguridad

Investigadores del CNIO afirman que el estrés replicativo en la transformación de células diferenciadas en madres produce lesiones en el ADN, y que cambiando los medios de cultivo se pueden generar células madre potencialmente más seguras

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El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) a través de su Grupo de Inestabilidad Genómica, encabezado por Óscar Fernández-Capetillo ha publicado un artículo esta semana en «Nature Communications», en el que ha desvelado por qué en el proceso de transformación de células diferenciadas a células madre se producen importantes daños en el ADN. Lo que han relacionado con daños en el genóma de este tipo de células - conocidas por su siglas en inglés, iPS- que tienen lugar por el estrés replicativo por un incremento en su ritmo de división durante este proceso de reprogramación celular.

En concreto, la técnica de transformación de células diferenciadas a células madre surgió en 2006 cuando el japonés Shinya Yamanaka logró por primera vez generar en laboratorio células madre pluripotentes, que se podía convertir en cualquier tipo de células (cardiomiocitos, beta productoras de insulina, etc...) a partir de células adultas y que fueron bautizadas en inglés como iPS.

Esta técnica de reprogramación evitaba tener que destruir embriones para obtener células madre pluripotentes.

Óscar Fernández-Capetillo, jefe del Grupo de Inestabilidad Genómica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y uno de los principales responsables de este trabajo, ha añadido que «la trastienda de esta nueva tecnología es que el método de Yamanaka genera daño en el genoma de las células madre, lo que ha despertado alguna duda sobre la seguridad de estas células». Algo que ya era conocido, los daños en el ADN de las iPS, aunque hasta ahora se desconocían las razones.

Precisamente esto es lo que ha descrito el equipo de Fernández - Capetillo en el artículo publicado en «Nature Communications». en concreto, han añadido que el origen de este problema en el genóma de las células iPS se localizaría en un tipo de estrés muy específico, el estrés replicativo. Un fenómeno que se produce cuando las células incrementan su ritmo de división. Al respecto, los autores del estudio han desarrollado estrategias para reducir este tipo de estrés y lograr células pluripotentes más fuertes.

Estrategia

Con este objetivo este grupo de científicos españolas han incrementado la producción de la proteína Chk1, reparadora del daño en el ADN cuando hay estrés replicativo y, en paralelo, han suplementado el medio del que se alimentan las células con nucleósidos, unos compuestos que originan los ladrillos que construyen el ADN.

Como ha explicado uno de los firmantes del estudio del CNIO, Sergio Ruizo, «de otros trabajos previos del grupo sabíamos que un aporte adicional de nucleósidos disminuye el estrés replicativo, seguramente facilitando la correcta duplicación del ADN a medida que aumenta el ritmo de la división celular durante la reprogramación».

La sencillez de esta estretegia a base de nucleósidos podría abrir la puerta a una rápida adopción por parte de laboratorios de todo el mundo que trabajan con iPS, en lo que es un importante avance para el uso de este tipo de células tras un década desde que se descubrió está técnica de reprogramación celular: se podrán transformar células diferenciadas a madres de una forma más eficiente y segura.

El Grupo de Inestabilidad Genómica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha contado con la colaboración de otros grupos de este centro de investigación español dirigido por María Blasco; así como de científicos de los Institutos Pasteur en París, la Universidad de Toronto o de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona.