La Taberna donde ocurrieron los hechos está precintada.
La Taberna donde ocurrieron los hechos está precintada.
ASESINATO EN CHICLANA

La historia se repite: el padre del agresor de Chiclana fue asesinado por su socio

El juez ordena el ingreso en prisión de José Antonio Mesa como autor de la muerte a puñaladas de su compañero Pedro Barragán

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Un hombre, de mediana edad yace inerte en el suelo, a su alrededor un charco de sangre corrobora el peor de los presagios. Aparentemente, ha sido su socio el que le ha sesgado la vida de una forma inesperada.

Chiclana se tiñe de luto, entre el estupor y la incredulidad por lo ocurrido. La narración de estos hechos podría corresponder a lo ocurrido el pasado jueves en la Taberna La Lola del callejón de la Rosa en la Alameda Solano. Sin embargo, ocurrió el 4 de agosto de 1989 pero con un protagonista no tan lejano al suceso ocurrido recientemente. Si en luctuoso suceso del pasado jueves fue José Antonio Mesa el que supuestamente sesgó la vida de su socio Pedro Barragán asestándole 11 puñaladas mortales; en el crimen de 1989 fue un Mesa el que se vio involucrado en la condición de víctima.

Y es que el padre del presunto asesino en el suceso de La Banda fue asesinado hace 26 años en circunstancias similares

Este jueves, no eran pocos los que rememoraban lo ocurrido ese agosto de 1989 en la Carretera del Marquesado, a la altura del carril Prado del Rey y en las inmediaciones de la Venta Tocino. Pero pocos saben tanto de lo ocurrido como el propietario de este establecimiento, Manuel Ángel Jaén, que se estremecía al recordar los duros sucesos, ahora revividos.

«El padre de José Antonio, José Mesa Betanzos, murió cuando un socio suyo le pegó un tiro de escopeta», explicó Jaén. En este caso el asesino decidió acabar con su vida por unas discordias existente por unas tierras que tenían en común. «Pepe estuvo malo y cuando salió del hospital le reclamó a su socio lo que era suyo, pero él le decía que no tenía nada», rememora. 

Tras varias discusiones, el socio puso fin a la pugna descerrajando un tiro de escopeta a Mesa, cuando éste accedió al terreno a pedir cuentas de nuevo. Por dicho suceso, el socio, que respondía a las iniciales de J. A. M., fue juzgado y cumplió condena. Jaén lo sabe bien ya que incluso tuvo que declarar en el juicio: «La Guardia Civil investigaba si había sido premeditado o no». Finalmente, la Justicia decidió que sí, por declaraciones como la de Jaén: «Dije la verdad, que el socio dijo en la venta que tenía un cartucho guardado para Mesa».  Todo ello por los mismos terrenos que, años después se volvieron a ver manchadas de sangre.

Fue en noviembre de 2012 cuando a  Juan Marín Amaya le dieron un tiro en el pie que le llevó a morir desangrado. Nunca se supo la identidad del atacante, más allá de que fue «en el mismo sitio». «Esa zona está maldita», reconocía ayer Jaén.

Sea como fuere, el propietario de la Venta Tocino reconocía su estupor cuando descubrió que el hijo del finado en 1989 era ahora el que estaba envuelto en un asesinato, en esta ocasión en la posición del presunto verdugo. «Se te queda el cuerpo raro, pero lo peor es que no me quito de la cabeza tanto a sus hijos como a los de la víctima. Ha dejado solo a esos niños, no sabe dónde se ha metido».

Un sentimiento compartido por otros chiclaneros como Carlos Viejo, tesorero de la Peña Flamenca Chiclanera. Viejo conocía a Mesa por ser éste último aficionado del flamenco. «No se dedicaba de forma profesional, pero le gustaba tocar la guitarra», rememoraba. De hecho, Viejo lo conocía también de «frecuentar su bar, era un chaval muy buena gente, muy simpático. Para el miembro de la Peña, no se le escapaba el hecho de que el padre de Mesa muriera en unas circunstancias similares. «Y ahora él ha repetido lo que le hicieron a su padre. De pena», apostillaba.

Precisamente, el supuesto asesino pasó este viernes a disposición de la autoridad judicial, según indicaron fuentes de la Guardia Civil. Concretamente, ha sido el juzgado nº 4 de Chiclana el que se encargará de la investigación. Tras prestar declaración, el juez ordenó su ingresó provisional. Sobre las 16.30 horas fue conducido a Puerto II.

Mientras, en el entorno del fallecido, Pedro Barragán, preferían guardar silencio mientras que se investigan las causas de los hechos. Barragán deja mujer y tres hijos de entre 9 y 18 años.

Más información: Muere por once puñaladas de su socio en un bar de Chiclana

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