El Gobierno califica el 9-N de «acto de propaganda inútil y estéril»

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha comparecido ante los medios de comunicación para valorar el proceso de consulta celebrado en Cataluña, al que ha calificado de un acto de propaganda «inútil y estéril» organizado por las fuerzas partidarias de la indepencia y carente de cualquier tipo de «validez democrática» que sólo ha servido para «exacerbar» la división entre los catalanes y tensar las relaciones políticas.

El ministro ha acusado al presidente de la Generalitat, Artur Mas, de haber promovido esta jornada para «ocultar su fracaso» de no haber podido celebrar la «consulta ilegal que anunció el pasado 12 de diciembre» y ha recordado que la Fiscalía recaba datos para ver si existen responsabilidades penales y, de ser así, actuar en los próximos días.

España es un «régimen democrático consolidado en el que existe libertad de expresión y libertad de manifestación», y en el que las consultas populares se rigen por «estrictas normas» que garantizan la imparcialidad y la neutralidad. «Ninguno de estos requisitos se han dado durante la jornada de hoy», ha lamentado. La jornada de hoy se ha celebrado «al margen de cualquier marco jurídico» y cuyos promotores «han renunciado cualquier apariencia de neutralidad convertidos en juez y parte del proceso», ha afirmado así como que ni siquiera se ha garantizado la igualdad de todos los catalanes ante el simulacro de consulta.