Lavadoras a pedales, airbags para bicis y otros diseños vitales para la vida cotidiana

Un viaje a uno de los barrios más humildes de Lima inspiró el diseño de GiraDora, una lavadora de pedales. Dos estudiantes de la Art Center College de Design de Los Ángeles participaron en un proyecto en Perú sobre el ahorro del agua e inventaron un aparato transportable y muy económico que ha agilizado la limpieza de la ropa en el tercer mundo. Este tambor de plástico es una de las estrellas de la exposición «Diseño para vivir».

Muy cerca de la lavadora encontramos el primer airbag para ciclistas que han inventado dos chicas suecas que trabajaban en el mundo de la moda. Y a pocos centímetros vemos expuesta una silla pensada para países con alto índice de terremotos como Japón.

La silla, de aspecto muy ligero, contiene debajo del asiento un casco para protegerse y el respaldo sirve de protección para la espalda en caso de derrumbamiento. «En concreto, esta silla todavía es un prototipo y sus inventores están buscando financiación», destaca Óscar Guayabero, comisario de la primera muestra del Museo del Diseño.

Empezar a caminar

Muchos de los proyectos nacen de la necesidad. «Una madre de una niña con parálisis cerebral quería que su hija pudiera andar e inventó un doble arnés que permite que su pequeña camine a la vez que ella», comenta Guayabero mientras destaca que este invento sólo se puede comprar por internet. Muchos de estos objetos han revolucionado la forma de vida de miles de personas como un dispositivo para filtrar el agua o unas gafas correctivas de bajo coste.

La directora del museo del diseño, Pilar Vélez, destaca que esta muestra pretende destacar el papel clave que puede jugar el diseño al buscar soluciones a problemas cotidianos de todo tipo para mejorar el bienestar de los ciudadanos de todos los contextos.

La exposición está dividida en seis ámbitos: conectar, educar, curar, proteger, accesibilidad y sostenibilidad. «La mitad son diseños españoles y la otra mitad del resto del mundo», comenta Óscar Guayabero que lleva tres años rastreando diseños inteligentes que mejoren la vida de la gente y que está convencido que la sensibilidad por estos temas es universal. «Estos proyectos no están hechos desde el ego del creador, sino que es uno más de un equipo».