COAC 2023

El 'Remedio' está en casa: el Carnaval se une para ayudar al coro de Monje y Bustelo

Artesanos y empresarios han apoyado a la agrupación 'Casa Remedios esquina con Cádiz' a superar sus problemas con el tipo y la puesta en escena

Manuel fernández

J. M. A.

Cádiz

Una bonita historia. El Carnaval no es un nido de odio como algunos pretenden hacer creer. En líneas generales, como tendencia mayoritaria, abunda el compañerismo y la buena sintonía entre carnavaleros. El veneno existe y, malicioso, condiciona en momentos que suelen ser puntuales, pero vencen por goleada los detalles cariñosos con los compañeros y competidores.

Este COAC 2023 ha sido especialmente duro con el coro 'Casa Remedios esquina con Cádiz'. La agrupación de Jesús Monje y José Luis Bustelo saltaba a las tablas en preliminares con el tipo y la puesta de escena a 'medio' hacer. Y lo de 'medio' siendo muy generoso.

El artesano ha tomado las de Villadiego y no ha respondido en el momento más inoportuno (ha tenido también problemas con otros grupos), así que estos coristas tuvieron que confeccionarse sus propios disfraces con la ropa que fueron cogiendo de sus armarios, además del montaje del café teatro que representan (y al que le quitaron una 's').

Jesús Monje y algunos integrantes sufrieron durante la interpretación del repertorio, no disfrutaron pues la decepción fue máxima a escasas horas de su estreno en preliminares. Para su suerte, el jurado les ha ofrecido la oportunidad de redimirse y actuarán esta noche de jueves en cuartos de final.

Y el remedio a los males estaba en casa. El Carnaval se ha unido en apoyo al coro, que ha recibido la colaboración de varios integrantes de la fiesta. «Hoko de Barbate se ha ofrecido desinteresadamente a repintar lo que no estaba pintado. Sony de Málaga ha ayudado con los tipos, a teatralizarlos; Decotaty en pinturas, Antonio, de Mariscos Ortiz, ha puesto los camiones para el transporte....», apunta José Luis Bustelo. «Entre nosotros nos hemos bandeado para que sea presentable. Se verá una gran diferencia».

Con respecto a las maquilladoras, «se encontraron sin el pagador, pues el artesano las contrataba, así que tuvimos que hacer un escote para pagarles», reconoce el músico, quien adelanta que habrá de nuevo que apoquinar. A eso se le suma el gasto en ropa. «Hemos tenido que comprar la vestimenta. Sony nos aconsejó lo que debíamos comprar cada uno y él la ha tratado y teatralizado».

El primer día siempre es el más emocionante, y a la vez el más difícil, el más duro. Son muchos detalles los que pueden fallar en el estreno, y encontrarse sin la puesta en escena y los disfraces es un revés complicado de superar. El coro se sobrepuso como pudo, pero están convencidos de que en este segundo pase la idea penetrará con mayor rotundidad.

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