OPINIÓN DE CARNAVAL

De Santoña a Santander y de Rey a Reyes

Ojalá algún día quieran a mi madre como quiero yo a Cádiz

Eder Rey

Cádiz

Me siento en la necesidad, que no obligación, de dedicar estas letras a ese pasodoble. Por alusiones, por evitar malentendidos y porque he llorado tanto por faltar a TU FIESTA, que esta es mi manera de no faltarte este febrero.

EL CARNAVAL ES DE CÁDIZ Y CÁDIZ ES DE LOS GADITANOS. Así, sin más cera que la que arde. Sin añadir una coma ni restar un ápice de sentimiento al eslogan. Y, ¿sabéis por qué me gusta el carnaval de Cádiz? Porque se le canta a Cádiz. Así de simple. Si se le cantara a Estocolmo, a Wisconsin o a Massachussets tened claro que no me gustaría.

Ese pasodoble ha sido como un bukake, nunca pensé que me echarían eso en cara…

Me dolió. Y mucho. Me duele ese amor enfermizo y tóxico posesivo que me recuerda a los antecedentes de muchas desgracias que lamentablemente siguen asolando nuestro día a día. O pa mi o pa nadie. Me duele que un hijo piense que pretendo robarle a su madre cuando el amor es tan sentido que yo elijo quererla (y sufrirla) todos los días del año. Quien piense eso está loco. Soy capaz de subir a Cádiz con un barco al cielo para que nadie la robe. Qué buena idea para una comparsa, pero pa sacar eso hay que estar muy colgao.

Ojalá algún día quieran a mi madre como quiero yo a Cádiz.

Me duele que a mi, que tengo familia gaditana, se me lance un dardo por no querer a Cádiz como hay que quererla. Quizás pudieran tener razones para pensarlo, no lo sé, pero mi amor por Cádiz es tan verdadero que ni cuando deja de ser correspondido cesa de latirme el corazón al ritmo del 3x4.

Pensé en escribir este artículo pidiendo disculpas a quien de verdad se hubiera sentido ofendido por un grupo de amigos gaditanos del barrio de Santoña que ama a Cádiz, pero no tendría ningún sentido pedir perdón tan solo por amar.

Si tuviera media docena de helicópteros amarraría El Falla y me lo traería para Santoña. Suena tan ridícula de visualizar esta hipótesis utópica que por ese motivo mis disculpas quedan a un lado.

Quizás ni este artículo ni todo lo que hago esté escrito escrito de una forma Clásica, pero, ¿qué le voy a hacer si no tengo ese don que tanto envidio?

A Cádiz, como al amor de tu vida, se le debe conquistar todos los días para no perder lo que uno más quiere, y por esta razón dejaré una pregunta en el aire para que la conteste nadie:

¿Qué culpa tengo yo si a mi también me duele Cádiz todos los días del año?

Que nacer es aleatorio, pero querer es opcional y yo elijo querer a Cádiz.

Tened muy claro que el día que cerréis las Puertas de Tierra y no me dejéis entrar, me voy a colar. Para seguir queriéndola.

Hostia! Lo del bukake yo creo que ha estado gracioso, pero no tengo ese don…

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación