COAC 2024

Antoñito Molina: «El Carnaval me hace sentirme como un chiquillo; cantar con los amigos es lo más bonito y no lo quiero dejar nunca»

El artista, que arrasa en conciertos y se ha convertido en una nueva estrella del firmamento musical, no faltará este miércoles con su chirigota de Rota: 'El niñode Isabelita 2'

«Sería maravilloso dar el pelotazo. Pero en mi vida, musicalmente hablando, nunca he dado la sorpresa. He ido recogiendo lo que iba sembrando. Y creo que la chirigota lleva ese mismo recorrido»

«Me inspira más escuchar un pasodoble de la comparsa del Carapapa que un disco nuevo de Alejandro Sanz»

Antoñito Molina, con sus amigos de la chirigota de Rota. L. V.
José María Aguilera

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Cariñoso como pocos, Antonito Molina destila pasión y amor por el Carnaval, por su tierra y por su gente. El éxito musical le ha subido a un tren de alta velocidad y cabalga por este nuevo sendero a un ritmo frenético. En 24 horas, de Rota a El Puerto para Sevilla, paso por Madrid, llegada a Barcelona y vuelta a Cadiz para abrir cortinas en el Gran Teatro Falla. Es su vida, entre vías y sobre los cielos.

De ahí que su chirigota, la de siempre, la de esos amigos que son familia, sea la estación intermedia que le permite avituallarse y tomar el impulso para afrontar tanto reto. Porque entonces el artista que llena conciertos y agota las entradas en un parpadeo vuelve ser el chiquillo, Antoñito de Rota, el chirigotero.

-De un sitio a otro, sin parar. Le anuncian en conciertos, en diferentes citas musicales, ha presentado hace escasos días su nuevo tema, terminado la gira y ya se prepara para una nueva aventura. ¿Por dónde le pillo, que este miércoles canta en el Falla?

-No paro, la verdad. Con muchas cosas. Perdiendo la cabeza, jajaja. Esto se me ha ido de las manos. Pero por supuesto que voy a estar otro año allí con mi chirigota.

-Hay gente que aún lo desconoce, pero usted ya cuenta con una experiencia interesante en el Concurso gaditano.

-Sí. En 2018 nos estrenamos por primera vez en Cádiz con 'Este año nos despedimos'. Habíamos estado una década disfrutando en Rota, y siempre quedaba esa espinita de ir al Falla. Fue un sueño. Pasamos a cuartos de final y eso que sentimos no lo volveré a sentir en mi vida. El público riendo el estribillo, los cuplés, el popurrí... ni aunque sacara 'Los borrachos' podría llegar a lo que sentí en aquel momento.

-La chirigota roteña que cayó de pie.

-Es que es algo muy grande. Es mi chirigota, son mis amigos. Una pandilla de colegas que llevamos cantando desde los 16-17 años y ya no hemos faltado a Cádiz, salvo el año de la pandemia. Luego continuamos con 'No me tires tiritos en el pecho', 'Los del corazón partío' y la última, 'El niño de Isabelita', como el Rey Carlos de Inglaterra, con la que dimos un paso adelante.

-¿Qué significa para Antonio el Carnaval?

-Significa seguir sintiéndose un chiquillo porque lo hago con mis amigos. Para mí, es incomparable a nada. Es lo más bonito del mundo, y no me lo quiero quitar por nada. Es mi vida. Es cuando vuelvo a ser Antoñito de Rota.

Un año de éxitos

-Ha tenido que ser de locos este año de ensayos con tantos compromisos laborales.

-Sí, sí, ha sido muy duro en cuanto a los ensaños. He ido menos días de los que me gustaría y he aprovechado para montar el cuplé, luego el pasodoble y enlazar el popurrí. Terminé la gira el veintipico de noviembre, ahora he sacado 'La aventura', y hasta el 10 de diciembre no he podido dedicarme por derecho. Lo último ha sido la presentación, que nos gusta llevarla muy fresca, a última hora, cogerla con ganas, y es que nos da suerte.

-¿Qué sensaciones tiene a pocas horas de su bautismo?

-Llevamos una chirigota muy en nuestra línea. Alegre, desenfada, divertida, fresca... dicen los que la han escuchado que es incluso mejor, pero ya sabemos que los ensayos pueden ser engañosos. El popurrí vuelve a ser nuestro fuerte y los cuplés pueden funcionar mejor, ya que el pasado año llevábamos tandas de seis y eso es un riesgo por si fallan dos. Vamos a soltar algo grande en preliminares y tenemos guardadas cositas para cuartos si nos clasifica el jurado.

-La modalidad es la más abierta a la sorpresa. No hay COAC en el que no destaque una inesperada. Molinas, Bizcocho, Daddys, Puerto Real, Santoña... ¿Sueñan con que algún día sea vuestro año?

-Sería maravilloso. Pero en mi vida, musicalmente hablando, nunca he dado la sorpresa. He ido recogiendo lo que iba sembrando. Y creo que la chirigota lleva ese mismo recorrido. De no caerse ni dar un campanazo. Es una agrupación feliz, que huye de los enfados y los problemas, y si llega el éxito será por el trabajo y la perseverancia.

Admirador del Sheriff

-Me recuerdan esas palabras a las de un gran chirigotero, un ídolo suyo, al que admira y hasta puede dar la sorpresita en su pregón.

-El Sheriff es un grande. Somos un estilo parecido en cuanto a la diversión y en que el grupo canta muy bien, pero ellos tienen un corte más clásico y nosotros, por edad quizás, somos un poco más canallas, más atrevidos. Cuando demos con un tipo que caiga redondo, con nuestra credibilidad que hemos ido ganando durante estos años, seguro que damos el gran salto.

-¿Es el Carnaval fuente de inspiración?

-Absolutamente. Siempre lo ha sido y sigue siéndolo. Me inspira más escuchar un pasodoble de la comparsa del Carapapa que un disco nuevo de Alejandro Sanz. Yo es que en el coche y en la radio lo que más escucho es Carnaval.

-¿Comparsista o chirigotero?

-De pequeño siempre fui de escuchar comparsa. Chirigotero, ni lo más mínimo. Pero cuando empecé de joven con los amigos me di cuenta de que soy golfete, me gusta el cachondeo, y me tira la chirigota.

Yo bebí de esa época de Kike Remolino. De 'Los pitorrisas', 'Los joaquin Pamplina', 'Los tijeritas', 'Los parapapá'... Me encantaban y nos servían de guía. Además, tenemos un secreto. Y es que mi amigo Iván, el que escribe, es fan absoluto del Lacio. De siempre. Tenía todos los libretos, se sabía todas las músicas. Y un día contacté con José Mari Barranco para pedirle una música suya como regalo de boda, el regalo más grande. Así iniciamos esta amistad y es uno más de la chirigota.

-¿Le gustaría cantar con alguna de esas agrupaciones punteras? ¿Se ve en un futuro de comparsista?

-No me veo en el Carnaval en otro sitio que no sea mi chirigota y sin mis amigos. Creo que al ser de Rota, de fuera de capital, lo vemos de una manera diferente. A ver. Uno se imagina cantando con Chapa, con Martínez Ares y dice: uff, 'to guay'. Pero se queda en eso, en una ilusión. En mi chirigota ni lo hablamos, de verdad que es una familia. Agradecido, pero creo que nunca pasará.

-Hace unas décadas, las agrupaciones bebían de las músicas de artistas nacionales e internacionales para componer su popurrí. Ahora las piezas son originales y esas estrellas vienen aquí a inspirarse.

-Es que el Carnaval es mucho más de lo que la gente se cree. Cualquier persona del sur que haga canciones encuentra una fuente de un valor incalculable cada año. Durante un mes pasan numerosos grupos trayendo un repertorio nuevo, y gratis. Con temáticas dierentes, calidad, pellizco, alegría... y un artista que quiere transmitir al público, llegar a la gente, tiene que quedarse embobado con eso. De ahí que sea normal que por aquí venga Manuel Carrasco para ver a Ares, y que quiera aprender; como Vanessa Martín, Pablo López y tantos. Y luego quieran cantar esas coplas.

-Más allá del Carnaval. Vaya el pelotazo que dado este año, don Antonio.

-Ha sido un año precioso, de ensueño. Trabajando un montón, con muchos conciertos, canciones nuevas... subí a otra división. La gira ha sido muy potente, con escala en Bahía Sound de San Fernando, en Fibes en Sevilla. Y ahora hemos anunciado nuevas fechas y se han vendido las entradas a un tirmo increíble. Los dos conciertos del Falla se agotraron en un minuto y medio.

-¿Y qué diferencia hay entre cantar en solitario y hacerlo con su chirigota?

-Muchísima diferencia. No es que una sea mejor que la otra. Cantar con mis amigos ya digo que es algo incomparable. Como artista, tengo mucho respeto ante un público que va a verme y que ha comprado una entrada sólo para escucharme. Con la chirigota es otro rollo. Ese telón va para arriba y no se sabe nada de lo que ocurrirá. Es bonito compartirlo con amigos con los que has visto muchas finales de Falla, has contado tantas vivencias, y ahora es un sueño formar parte del Concurso.

-Se agradece porque no son muy asiduas las agrupaciones de Rota.

-Y es una pena porque en Rota hay muy buen Carnaval. Estuvo el cuarteto de Rota, la comparsa del Guti, ahora se han animado las niñas y repiten este año... pero en general, el Falla lo ven como algo demasiado lejos, demasiado complicado. Yo es que no contemplo el Carnaval sin Teatro. Y después somos la chirigota más callejera del mundo. Si me dijeran de hacer 45 'bolos' esa semana, le diríamos que nos lo dejaran en cinco, nos pagábamos el tipo, y nos vamos para la calle. Sin pensarlo.

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