Economia

El Tesoro se alía con la incertidumbre económica y bate otro récord en la subasta

Coloca 4.545,82 millones en letras a 6 y 12 meses al interés más bajo de la serie histórica de la mano de inversores que buscan valores refugio

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Hace solo dos años todos los focos estaban puestos en una prima de riesgo desbocada en los 600 puntos, con el bono a 10 años rozando el 7% y un elevado coste de financiación que ponía en duda la capacidad del Estado para soportarlo sin un rescate. Así, cada subasta del Tesoro era todo un suplicio y el tipo marginal en letras a seis meses alcanzaba el 3,95%. Sin embargo, ayer el organismo público colocó esas mismas letras a un tipo marginal del 0,090%, -mínimo de la serie histórica-, el bono a diez años se situaba en el 2,43% y la prima de riesgo por debajo de los 145 puntos. Un cambio de 180 grados que los expertos atribuyen -más allá del impacto de las reformas- a la actuación del BCE acentuada en las últimas semanas por la búsqueda de los inversores de valores seguros ante la incertidumbre económica actual.

En concreto, el Tesoro captó ayer 4.545,82 millones en letras a 6 y 12 meses pulverizando otro récord de intereses mínimos. Así, colocó 991,78 millones en títulos a seis meses a un tipo medio del 0,080%, frente al 0,146% de julio. Por otro lado, el Tesoro emitió 3.554,04 millones a doce meses cuyos intereses también descendieron respecto a julio con una rentabilidad media del 0,160% frente al 0,294% de la subasta anterior. Además, el tipo marginal se quedó en el 0,169% frente al 0,302% anterior.

«Las subastas del Tesoro han dejado de ser noticia. Ya no son el factor de preocupación de los mercados», asegura Fernando Hernández, director de Gestión de Inversis. De hecho, el organismo público ya ha cubierto desde el comienzo del año el 77% de la emisión prevista en el programa de financiación regular a medio y largo plazo incluida en la estrategia para 2014. Y el coste medio de la deuda se situó en el 1,81% a 31 de julio, frente al 2,45% de cierre de 2013. Esta menor presión de los mercados ha permitido al Estado ahorrarse 5.000 millones en pago de intereses de la deuda, según el Gobierno.

Hernández ve lógico esta evolución. En su opinión, la ralentización de la economía de la zona euro así como las incertidumbres geopolíticas que el mismo Mario Draghi señaló en su última intervención han provocado que los inversores busquen valores refugio como el bono alemán -por debajo del 1% de rentabilidad- o las emisiones de deuda de países como España.

A priori puede resultar contradictorio que las malas cifras macroeconómicas registradas en la zona euro, con la recesión de Italia, el estancamiento de Francia o el frenazo de Alemania en el segundo trimestre, no pasen factura a los mercados, y sobre todo, a la financiación de las economías de la periferia, otrora diana preferida de las turbulencias de los mercados. Sin embargo, las apariencias engañan. «Las bolsas ya adelantaron esos malos datos», explica Hernández al recordar que en el mes de julio los parqués europeos cerraron con pérdidas. De hecho, el Ibex-35 se dejó en ese mes casi un 2%, el primer retroceso mensual desde junio de 2013.

Otro de los factores clave para que la dudas sobre el estancamiento económico de la zona euro o de las economías emergentes no pase factura a las emisiones de deuda tiene nombre propio: Mario Draghi. Los expertos consideran que las palabras del presidente del BCE sobre el euro -«haré lo que haya que hacer, y créanme, será suficiente»- en julio de 2012 provocaron que los inversores dejaran de especular con la ruptura de la moneda única y, por tanto, el mercado de deuda se relajó.

La tendencia a corto plazo es que la situación siga igual. «Parece difícil que sigan bajando los intereses pero todavía podrían hacerlo más», explica Victoria Torres Responsable de Análisis y Producto de Self Bank. Pero tan importante como la demanda -algo que en España nunca ha sido un problema- es quién compra esos títulos. Y es que en los peores años de la crisis los principales tenedores de la deuda eran los bancos españoles. Sin embargo, esa circunstancia empezó a cambiar el año pasado y actualmente los inversores extranjeros vuelven a ser los principales compradores de deuda. En junio creció otro 4% y ya poseen 315.154 millones de euros, el 44,7% de la deuda total en circulación. En 2012 la deuda en poder de inversores extranjeros era solo de 224.662 millones. La banca se sitúa ahora como segunda inversora con el 29% de la deuda.