Mariano Rajoy y el socialista Pedro Sánchez, en su primer encuentro en la Moncloa. :: J. SORIANO / AFP
ESPAÑA

La fidelidad de voto a los dos grandes partidos españoles está bajo mínimos

Solo la mitad de las personas que votaron al PP en 2011 tienen claro que volverían a apoyarlo hoy, porcentaje que cae al 38% con el PSOE

MADRID. Actualizado: Guardar
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La publicación de los resultados del barómetro de julio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), además de la confirmación de la efervescencia electoral de Podemos, dejaron claro el creciente desapego y castigo de los españoles hacia los dos grandes partidos, ratificado en los últimos años encuesta tras encuesta y también en las urnas de las europeas. Sin embargo, una mirada a las 'tripas' del sondeo apunta a que la situación de PP y PSOE es aún más delicada que lo que ya implica que el primero no pase del 30% de apoyo electoral y el segundo se derrumbe hasta el 21%.

Los cuadros aclaran que, pese a que los dirigentes de ambas formaciones restan dramatismo a sus crisis internas y se muestran convencidos de que lograrán recuperar la confianza de muchos de los que los abandonaron, lo cierto es que lo tendrán muy complicado, porque la fidelidad de voto a sus siglas está hoy bajo mínimos. Las respuestas de los españoles revelan que nunca antes tuvieron menos simpatizantes incondicionales.

Juntos ya no suman más que el 51% de los votos del mapa político español, 22 puntos menos que el cómputo del bipartidismo en las generales de 2011. En estos tres años, según los datos del último sondeo del CIS, el partido en el Gobierno se habría dejado por el camino a unos 3,6 millones de españoles que lo apoyaron -14,6 puntos- por 1,8 millones el PSOE -7,5 puntos-, pese a que este último en las generales ya obtuvo el peor resultado de la etapa democrática. Pero estos de por sí malos datos son, en realidad, la estimación final y corregida a la que llegan los técnicos del CIS después de tener en cuenta muchas variables demoscópicas, el resultado de aplicarle al voto directo y de simpatía lo que se llama 'la cocina'. Porque lo cierto es que cuando al encuestado le piden una respuesta concreta, es decir, que conteste a qué partido votaría si hoy hubiese elecciones generales, solo el 50,5% de los votantes del PP de 2011 tiene claro que repetiría el sufragio, proporción que aún es más baja para el PSOE, que solo logra la fidelidad del 38% de sus antiguos votantes. En otras palabras, en esta foto electoral instantánea, 5,4 millones de los apoyos populares de hace tres años y 4,2 de los socialistas o se lo están pensando, o han cambiado de simpatías, o directamente no apoyarán a ningún partido.

En el caso del PP, los que no saben qué hacer todavía, si retornar al partido de Mariano Rajoy o tomar otro camino, son el 17,3% de los que lo llevaron a la Moncloa; otro 18% tiene claro que se abstendría o votaría en blanco; y aproximadamente el 13% ya opta por otras siglas, principalmente UPyD y Podemos.

Indecisión y cambio de siglas

El único dato objetivo que el PSOE tiene a su favor es que el barómetro de julio, que le dio una expectativa de voto nefasta, se hizo antes de que Pedro Sánchez fuese la persona elegida para relevar a Alfredo Pérez Rubalcaba en la secretaría general. Por lo demás, las respuestas indican que tienen nada menos que al 21% de sus votantes de 2011 en la indecisión; que un 10% de ellos hoy se abstendría o votaría en blanco; y que hasta al 30% de los apoyos de hace tres años le gustan más otras siglas. Más de la mitad de este grupo opta por Podemos, una quinta parte por IU y una cantidad menor por UPyD.

Si la muy baja fidelidad directa de voto es evidente que tiene que ser uno de los principales rompederos de cabeza de los estrategas de los dos grandes partidos, hay otro dato que les debería preocupar de forma muy especial. Cuando el CIS pregunta a los españoles a qué partido, «con toda seguridad, no le votaría nunca», el 16% de los apoyos del PP en 2011 dice que a los populares y el 14,4% de los del PSOE que a los socialistas.

Este dato traducido a números quiere decir que, aproximadamente, un millón de los españoles antiguos votantes del PSOE -más de la mitad de los que le han abandonado en estos tres años, según la encuesta- no le dará más su apoyo, y que 1,7 millones de los ciudadanos que encumbraron al PP en las últimas generales no cogería su papeleta en las próximas elecciones generales.