Una mujer observa la corona y el cetro reales que ocuparán un lugar de honor durante la ceremonia de proclamación de Felipe VI. :: J. L. / EFE
ESPAÑA

Los diputados votarán de uno en uno y en voz alta la abdicación del Rey

La proclamación de Felipe VI, tras cinco días de inexplicable misterio, se celebrará el 19 de junio en el Congreso

MADRID. Actualizado: Guardar
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Después de cinco días de dimes y diretes, la proclamación de Felipe VI por las Cortes Generales tendrá lugar el 19 de junio, festividad del Corpus Christi y día no laborable en Madrid, como en otros puntos de España, lo que facilitará la afluencia de ciudadanos a los actos conmemorativos en la capital. Antes de ese momento, el Congreso y el Senado aprobarán el 11 y el 17 de junio el proyecto de ley de abdicación. Los diputados tendrán que 'retratarse' porque votarán de uno en uno y en voz alta una fórmula que abre la puerta a que se produzcan desmarques, sobre todo en el PSOE, de la postura oficial.

La Casa del Rey ha explicado que trabaja desde enero, cuando, según la versión oficial, don Juan Carlos decidió abdicar, en la preparación jurídica y organizativa del traspaso. Pero un aspecto tan fundamental como la fecha de la proclamación se convirtió en un arcano insondable. Desde el mismo momento en que el Rey anunció su adiós, se especuló con el día de la ceremonia. Una indiscreción de un miembro de la Mesa de la Cámara baja dio por hecho que sería el 18 de junio. La Zarzuela y el Congreso lo negaron. La Casa del Rey endosó la responsabilidad de fijar la fecha a las Cortes, y las Cortes devolvieron la decisión a la Casa del Rey. Así pasaron cuatro días. Hasta que ayer el Senado resolvió que el pleno para la aprobación definitiva de la norma será el 17 de junio.

Ahí quedó despejado el calendario. El pleno del Congreso dará su visto bueno al proyecto el próximo miércoles; el Senado lo hará seis días después; el 18 de junio don Juan Carlos firmará en un acto de la máxima solemnidad en el Palacio Real la última ley, la de su renuncia al trono; y el 19 de junio, la Cortes Generales, en un pleno conjunto del Congreso y del Senado, proclamarán rey a Felipe VI.

El nuevo Monarca jurará cumplir sus funciones de jefe del Estado y pronunciará el primer discurso de su reinado, una alocución que, según la Zarzuela, será «de fondo» y fijará las líneas maestras que guiarán su labor. Ya fuera del hemiciclo, presidirá un desfile militar. Está por confirmar si desde el palacio de la carrera de San Jerónimo, don Felipe y doña Letizia se trasladarán por las calles de Madrid hasta el Palacio Real, donde ofrecerán una recepción a las principales autoridades del Estado y saldrán al balcón a saludar a la ciudadanía.

Examen político

Antes de los fastos, la Corona se someterá a su primer examen político en el Congreso. Izquierda Unida, con el apoyo del Grupo Mixto, solicitó ayer que la votación de la ley de abdicación sea nominal y pública. Petición a la que accedió el presidente de la cámara porque así lo establece el reglamento del Congreso cuando lo reclaman dos grupos parlamentarios.

El movimiento de IU está enfocado al grupo socialista, cuyos miembros tendrán que 'retratarse' en la votación y decidir si acatan la orden de la dirección de votar a favor o lo hacen en contra. Al menos tres diputados del PSOE, entre ellos el exalcalde de San Sebastián Odón Elorza, han expresado su deseo de que el grupo debata el sentido del voto en atención «al alma republicana» que por historia anida en el partido.

Alfredo Pérez Rubalcaba, sin embargo, zanjó la polémica y ratificó el compromiso del PSOE con el consenso constitucional de 1978, que estableció que la Monarquía parlamentaria es la fórmula política del Estado. El exministro Ramón Jáuregui confió en que el voto de los diputados socialistas sea unánime a favor de la ley porque «las paredes maestras de la Constitución no deben ser demolidas».

La dirección socialista, sin embargo, no las tiene todas consigo y teme que se produzca alguna ruptura de la disciplina de voto. La presión de las bases del PSOE para sumarse a las peticiones de celebración de un referéndum sobre Monarquía o República es fuerte, y algunas federaciones y agrupaciones locales han respaldado esa demanda. Incluso los ediles socialistas de Pamplona se sumaron el jueves a una declaración en ese sentido que convirtió a la capital navarra en la primera ciudad en reclamar un referéndum sobre la Corona.