Economia

Atenas resucita, París incumple y Berlín roza la perfección

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Y al cuarto año, resucitó. Grecia, que en cuestión de días cumplirá el ingrato aniversario de su primer rescate a manos de la troika (2 de mayo de 2010), logró cerrar el pasado año con un balance macroeconómico «mucho mejor» del previsto por la Comisión, que ayer cifró el superávit primario (sin contar el paso de intereses de la deuda) en 1.500 millones. Una cifra que sin embargo se aleja de los casi 3.400 anunciados por el Gobierno de Antonis Samaras, que ayer se mostró más que satisfecho. «Se certifica el gran cambio de la economía gracias a los sacrificios de todos los griegos. Nos alejamos, poco a poco de la crisis y construimos el futuro de la nueva Grecia», recalcó. No hay que olvidar que el superávit primario era una condición 'sine qua non' del Eurogrupo para conceder a Atenas cierto desahogo con una deuda del 175,1% del PIB, para la gran mayoría insostenible pero no para Bruselas, que ayer aseguró lo contrario en plena campaña a favor de Atenas. El asunto, salvo sorpresa, se debatirá a la vuelta del verano.

Las estadísticas de Eurostat también confirmaron que Francia incumplió su pacto de estabilidad llevando su déficit hasta el 4,3%, dos décimas más de lo acordado. Sin embargo, París ratificó ayer que cumplirá en 2015 con Bruselas, aunque modificó 'motu proprio' el objetivo de 2014 -lo situó en el 3,8% frente al 3,6 pactado- y el de 2015, dejándolo en el 3% frente al 2,8 establecido por la Comisión. Pese a la crisis desatada en las filas socialistas, lo cierto es que el país aún no conoce lo que es la austeridad, ya que el gasto público es el más elevado con diferencia de la UE (57,1%) y su deuda pública sigue al alza (93,5%) al dispararse el pasado año en otros 85.000 millones hasta los 1,92 billones.

Como es habitual, el alumno perfecto volvió a ser Alemania, que por fin alcanzó el equilibrio fiscal. Gastó lo que ingresó y logró además reducir su deuda en casi 14.000 millones hasta el 78,4% del PIB (Berlín debe 2,14 billones). Tanto el gasto público como la recaudación se situaron en el 44,7%, por debajo en ambos casos de la media tanto de la Eurozona como de la UE.