CÁDIZ

Cinco años con la ventanilla cerrada

La conciencia ahorradora de los gaditanos regresa a a pesar del desempleo y las dificultades El crédito a empresas y hogares cae un 10% y vuelve a niveles de 2006

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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«Financiamos su idea, venga a vernos», dice el anuncio en grandes letras. Justo después y a un tamaño de letra casi ilegible continúa: «sujeto a condiciones de la entidad bancaria, imprescindible aval». La fórmula publicitaria varía poco de uno a otro banco, que mantiene el crédito tan difícil y tan congelado como hace cinco años cuando la crisis arrasó de un día para otro con la generosa liquidez. El grifo continúa cerrado a pesar de la mejora de la economía o el rescate europeo. La deuda total de empresas y ciudadanos de la provincia con los bancos se situó en 20.895 millones en diciembre del año pasado, un 10% menos que en 2012, según los últimos datos del Banco de España. Alcanza los 21.467 si se tienen en cuenta los préstamos concedidos a las administraciones públicas.

Ese escueto balance es el menor de los últimos ocho años, cuando la burbuja inmobiliaria aún no se había disparatado y los gaditanos comenzaban a meter sus ahorros en el ladrillo. Un terreno en Chiclana, un apartamento en Conil o la parcelita junto al campo de golf, eran las inversiones habituales. Hoy la situación y las conciencias son muy distintas y se recurre al crédito para la hipoteca de la vivienda habitual o la negociación de la que ya fue concedida y a la que no se puede hacer frente.

Mano dura con las empresas

Tampoco lo tienen mejor las empresas, especialmente las que buscan salidas a la quiebra. En los últimos cinco años han desaparecido más de 10.000 sociedades mercantiles en la provincia, muchas de ellas de larga trayectoria, asediadas por los problemas económicos.

Los sectores con mayor dificultad para conseguir liquidez son los ligados a cualquier tipo de actividad inmobiliaria. Más complicado lo tienen los jóvenes empresarios que inician su actividad y que, por lo general, recurren a los ahorros y el dinero que pueden prestarle amigos y familiares. Pocos se salvan de esta situación, sólo los que cuentan con un amplio colchón y logran convencer a las entidades de que podrán devolverlo o muestran muy buenos resultados.

Más ahorradores

Este cambio de modelo trae consigo una nueva conciencia que ya se empieza a notar en las cuentas de ahorro. A pesar de las dificultades económicas y el desempleo, los depósitos de los gaditanos crecieron a lo largo del año pasado. El volumen total rozó los 11.600 millones de euros, un 4% más que en 2012, según los últimos datos del Banco de España. Es la primera vez en los últimos tres años que aumenta tanto el nivel de ahorro, que en mayor cantidad se mantiene disponible en la cuenta corriente.

El temor al desempleo y la mala experiencia con determinados productos bancarios como las preferentes también mantienen el dinero inmovilizado y disponible en las cuentas corrientes. Hoy, los gaditanos comienzan a desarrollar la misma conciencia de sus padres, que tardaron años en reunir el dinero suficiente para la entrada de una vivienda y contaban con la cuota de ahorro para cerrar el presupuesto del mes.