De Guindos descarta que España caiga en deflación

«No existe riesgo de deflación ni en Europa ni en España», dijo ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, tras la clausura de las reuniones de primavera del Fondo. «Lo que hay es una situación de baja inflación, que aún no ha afectado a las expectativas de los agentes económicos, y que tiene tanto ventajas como algunos aspectos que hay que vigilar», explicó.

Entre las primeras, apuntó que la baja inflación fomenta la ganancia de competitividad, ayuda a la capacidad adquisitiva de los salarios y también controla tanto la deuda pública como el gasto. En cambio, la opinión del FMI es bien distinta. «La inflación próxima a cero aumenta la carga de la deuda y los tipos de interés reales, reduce el ajuste relativo de precios y hace más difícil reducir el desempleo», advirtió poco antes el responsable de la misión para España, James Daniel.

De Guindos, no obstante, sí admitió que la baja inflación -el IPC cerró marzo con una caída interanual del -0,1%- podría convertirse en un «problema» si se prolonga «mucho tiempo», al afectar a las decisiones de compra y a la evolución económica. En cualquier caso, abundó en que el pronóstico del Gobierno es que los precios suban hasta el entorno del 0,5% en verano y después sigan un recorrido al alza.

El titular de Economía destacó, asimismo, que el Banco Central Europeo está dispuesto a actuar en caso que sea necesario para subir la inflación de la zona euro (0,5%) hacia el objetivo del 2%, como recordó en Washington el propio presidente de la institución monetaria, Mario Draghi. Algo que también enfatizó la directora del FMI, Christine Lagarde.

Fuera de ese debate, insistió que el verdadero reto para España es «fortalecer» la recuperación «en marcha» y que «sea más sentida por los ciudadanos», sobre todo en el ámbito laboral. En este sentido, vaticinó -aunque sin entrar en detalles- que en los próximos meses habrá «buenas noticias» en los datos de crecimiento (PIB), paro y déficit público.