Jorge Fernández Díaz responde a las preguntas de los periodistas tras la reunión que mantuvo ayer con la comisaria del Interior en Bruselas. :: JAVIER GARCÍA MARTÍN / EFE
ESPAÑA

España censura las críticas de Bruselas al episodio de Ceuta y pide 45 millones

El ministro del Interior defiende a la Guardia Civil ante la comisaria Malmström y dice que no se usarán pelotas de goma en el mar

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Casi un mes después del ahogamiento de una quincena de inmigrantes que pretendían acceder a suelo español por Ceuta, las aguas que bañan las relaciones entre el Gobierno de España y la Comisión Europea siguen más que revueltas. Ayer, por fin, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, pudo reunirse en Bruselas con la férrea comisaria del ramo, la sueca Cecilia Malmström, que la semana pasada llegó a relacionar el polémico uso de pelotas de goma por parte de la Guardia Civil con la muerte, el 6 de febrero, de estos extranjeros en aguas marroquíes. Unas palabras que no han gustado nada al Ejecutivo español, que ayer fueron tachadas de «imprudentes» e «inadecuadas». «Le he mostrado el rechazo y contrariedad del Gobierno de España», aseguró un molesto Fernández Díaz al término de una reunión que se prolongó durante una hora.

Los rifirrafes vienen de lejos motivados por una relación bilateral que no es la mejor. Desde Madrid se apunta a la influencia que Anna Terrón, dirigente del PSC, exsecretaria de Estado con Zapatero y enemistada con el ministro, hace sobre la comisaria Malmström, para quien trabaja como asesora. Una teoría que fuentes comunitarias han negado de forma tajante.

Sea como sea, lo cierto es que los luctuosos sucesos de Ceuta han vuelto a elevar la tensión entre ambas administraciones. «No se les apuntó directamente, pero ello creó tal pánico que 15 personas se ahogaron. Es totalmente inaceptable», manifestó la semana pasada la comisaria en declaraciones a la radio pública de Suecia. Ayer, Malmström aseguró que nunca ha acusado a las fuerzas de seguridad de ser responsables de la tragedia. Las primeras declaraciones han enojado sobremanera al ministro del Interior, que exigió mesura: «Cuando hay una investigación judicial hay que ser especialmente cuidadoso con lo que se dice. Y sobre todo, no hablar de balas de goma, sino de pelotas, que no es lo mismo». Tras defender a capa y espada el trabajo de la Guardia Civil, recordó que las pelotas de goma se usaron como medio disuasorio -«el mejor ejemplo es que todas las personas fallecieron en aguas marroquíes y 23 llegaron con vida a territorio español»- pero que ya no volverán a emplearse en el mar puesto que se ha demostrado su «ineficiencia». De todas estas polémicas, y así se lo he trasladado a la comisaria Malmström, las mafias están muy pendientes, muy atentas, entendiendo que ahora o nunca. Y por eso están pasando las cosas que están pasando», sostuvo Fernández Díaz.

Díaz aprovechó la ocasión para exigir a la Unión Europea una ayuda económica de 45 millones que irían destinados a proyectos «urgentes» como obras en las fronteras o incremento del número de efectivos que sirvan para aliviar la situación de «emergencia» que sufren las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. «Es imprescindible obtener ya esta financiación excepcional y de emergencia», incidió. La ayuda europea también permitiría financiar equipos cooperativos conjuntos entre Marruecos y España, señaló el ministro.

El titular español no ahorró alarmismo para justificar su demanda y advirtió de la gravedad de lo que ahora está pasando en las ciudades autónomas. El viernes, sin ir más lejos, entraron a España 214 ilegales procedentes de Melilla, «cifra que no se registraba desde el año 2005». También desde este año nadie había entrado ilegalmente en Ceuta y «el domingo lo hicieron varias personas». «Estamos desbordados», enfatizó. El ministro del Interior rogó «encarecidamente» a la comisaria que «a la mayor brevedad posible» visite Ceuta y Melilla para conocer la realidad sobre el terreno.

Devoluciones en caliente

Cuestionado acerca de las denominadas 'devoluciones en caliente' y la exigencia de Bruselas de que se respeten las normas de asilo a inmigrantes, el ministro aseguró que España aplica la ley de extranjería a todos los que entran en territorio español. «La devolución en caliente es ilegal, no existe en el derecho», explicó, al tiempo que matizó que otra cosa es si los inmigrantes no han superado la valla metálica o la valla humana que forman los efectivos de la Guardia Civil. Este último fue el argumento que ofreció Fernández Díaz para defender la devolución inmediata a Marruecos de los 23 subsaharianos que el 6 de febrero lograron alcanzar la playa española del Tarajal.

El ministro recordó además que de todas las personas que entraron en España el año pasado a través de Ceuta y Melilla solo 41 eran demandantes de asilo y en lo que va de año, solo dos. «Los que entran en Ceuta y Melilla suelen ser inmigrantes por razones económicas y no de asilo», defendió.