CÁDIZ

Las nuevas esclusas abrieron la veda de una vieja ambición en 2010

CÁ DIZ. Actualizado: Guardar
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La provincia de Sevilla es la principal interesada en la ampliación del dragado del Guadalquivir. Hay demasiados intereses económicos en juego. La apertura en noviembre de 2010 de las nuevas esclusas del río abrió la mano a un tráfico fluvial de mayor envergadura y ahora nadie quiere parar, todos quieren rentabilizar, ampliar, las posibilidades que creó aquel proyecto histórico.

La obra duró cinco años y se invirtieron 160 millones de euros. La esclusa pasó de contar con 6,5 metros de calado a una profundidad de 11, casi el doble, mientras que la infraestructura se despliega a lo lago de 300 metros. Esta obra garantiza y facilita el paso de grandes mercantes hacia el puerto de Sevilla, algo que hasta ese año estaba reservado a buques de mediana envergadura. Una limitación histórica, que incluso provocó el traslado de la Casa de Contratación desde la capital hispalense hasta Cádiz, hace tres siglos, de repente desaparece gracias a la ingeniería.

La provincia de Sevilla ha vinculado su futuro comercial al puerto, una de las principales fuentes de riqueza. Así, los cálculos estiman que el puerto sevillano, gracias al efecto inducido de las esclusas, pasará de los cinco millones de toneladas de mercancía las 12 y se prevén unos 15.000 empleos.

Los ecologistas han puesto el grito en el cielo ante la intención de dragar el río para ampliar su calado. Aseguran que esta operación acabará con las plantaciones de arroz, arrasará Doñana y provocarán un impacto brutal en el cauce. El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido (PP), presentó el pasado 13 de junio un plan especial para atraer inversores industriales, logísticos y tecnológicos a la ciudad ofreciendo como gancho la próxima Zona Franca que se instalará en el Puerto de Sevilla como uno de los principales atractivos, un espacio con incentivos fiscales cuya ampliación se abordará a lo largo de 2014.

La apertura de este recinto fiscal ha provocado el enfrentamiento con Cádiz, que ya cuenta con una y no considera oportuno abrir otra Zona Franca a menos de cien kilómetros. Finalmente, el entuerto ha rebajado su intensidad gracias a una inyección de 200 millones de euros del Ministerio de Hacienda para ampliar la Zona Franca gaditana. Sin embargo, Zoido tiene muy clara la proyección económica de su ciudad y los pasos que debe seguir.

En la presentación de la iniciativa 'Invertir en Sevilla', Zoido explicó que esta nueva iniciativa es «un paso más» para que Sevilla recupere la «situación estratégica que quizás no debía haber perdido». Para el alcalde sevillano, este plan «será el punto de partida, el inicio de un gran sueño realizable, para atraer a esos inversores industriales, logísticos y tecnológicos».