Santiago Posada | Hermano Mayor del Nazareno

«El sentido de la responsabilidad me impide dimitir»

La Junta de Gobierno del Nazareno estudia recurrir la sentencia que le obliga a pagar 1.500 euros a un hermano por vulnerar su honor en un comunicado

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Hace poco menos de un mes, la Junta de Gobierno de la cofradía del Nazareno ofrecía una imagen insólita. Trece de sus quince miembros se sentaban en el banquillo de la sala del Juzgado de Primera Instancia Número 1 acusados de dañar el honor de uno de sus hermanos. Fue la primera vez que un miembro de una hermandad acudía a la vía civil para resolver un problema interno y la primera vez también que el juez condenaba a una hermandad a pagar 1.500 euros. Cuatro días después de la publicación de la sentencia, el Hermano Mayor del Nazareno, Santiago Posada, reflexiona sobre el fallo judicial y el desarrollo de los acontecimientos.

-Han pasado ya varios días de la publicación de la sentencia, ¿Cuál es el estado de ánimo de la cofradía?

-En esta semana hemos podido analizar el fallo judicial con nuestros abogados y la verdad es que estamos más tranquilos, aunque seguimos con la alarma propia de este tipo de casos. En la reunión con los letrados, nos han comunicado que puede haber motivo de recurso y la posibilidad de ganarlo.

-Es destacable que en una sentencia que se estima que se ha atentado contra el derecho del honor a una persona no obligue a una rectificación, ¿no?

-Sí. La sentencia no nos obliga a rectificar, pero en el caso de que así fuese a mí no me cuesta hacerlo. Lo digo con sinceridad. Pero sí que es cierto que resulta curioso que de momento el juez no lo haya estimado oportuno.

-¿De qué ha manera les ha afectado este proceso judicial?

-Ha sido un linchamiento mediático y un ataque brutal contra la Junta de Gobierno. Evidentemente el fin de la hermandad no es aparecer en los periódicos a causa de una denuncia de un hermano. A nivel interno habrá afectado de manera diferente a los hermanos, habrá quien se haya sentido dolido pero también los hay, y muchos, que nos han prestado todo su apoyo. En definitiva, no hemos hecho otra cosa que contestar una carta que provocó un gran disgusto en la cofradía. No es que nosotros iniciáramos el proceso, nos vimos metidos en él. Además, creo que todo esto se podría haber evitado. Yo ya dije en la vista oral y en el juicio, que había pedido disculpas a este hermano con creces. Tampoco estamos de acuerdo con que este hermano haya recurrido a la vía judicial cuando existe la vía eclesiástica, pero ésta es menos mediática y no tiene una consecuencia económica.

-Viendo cómo ha ido este proceso, ¿volverían a tomar la misma decisión?

-Nosotros estamos muy tranquilos. Pensamos que debíamos responder y así lo hicimos. Por esto también nuestros abogados presentarán los recursos correspondientes y esperaremos a los acontecimientos.

-La respuesta les ha costado 1.500 euros...

-Bueno, es un 15% de lo que este hermano reclamaba. Este hermano valoró su honor ofendido en 10.000 euros pero al final el juez estimó una indemnización de 1.500 euros. Nos llama la atención que haya solicitado tal cantidad.

-En los estatutos de la cofradía establece que la difamación sobre un hermano implica la separación forzosa de la hermandad ¿Qué puede suponer para ustedes?

-Es una interpretación de una norma y cada uno la interpreta como su buen entender le dicta. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de dos ámbitos jurisdiccionales, el civil y el eclesiástico con sus correspondientes consecuencias. Lo primero de todo es poner en conocimiento de todo este asunto a la autoridad eclesiástica y debe ser el Vicario quien se pronuncie al respecto.

-¿Ha considerado dimitir?

-El sentido de la responsabilidad me obliga a mantener mi condición de Hermano Mayor en tanto en cuanto los hermanos no se pronuncien en sentido contrario. Hubo un cabildo de elecciones y me eligieron. Otra cosa es que haya una circunstancia sobrevenida, pero eso ya lo ponemos en valor de la prominencia. A mí me inculcaron que hay que responder siempre, en los malos y en los buenos momentos.

-Ha sido la primera vez que una junta de gobierno se ha sentado en un banquillo judicial ¿Qué han opinado el resto de las cofradías?

-Muchos hermanos nos han expresado su apoyo, en especial el director espiritual Balbino Reguera, a quien le estamos muy agradecidos porque siempre nos ha animado a seguir trabajando. Por otra parte, este ha sido un tema que hemos discutido mucho y la conclusión es que esto no puede sentar un precedente porque las cofradías serían ingobernables. En ningún caso, la vía civil puede ser el camino para resolver un disentir de un hermano cuando tenemos los canales internos a disposición de todos.

-¿Qué ha pasado con este hermano?

-Él sigue perteneciendo a la cofradía. Su lugar aquí nunca se ha puesto en duda y tiene los mismos derechos que todos. Curiosamente, aunque a veces ha venido a los cabildos no suele intervenir.