La foto

Una imagen vale más que mil palabras. No cabe la menor duda. Hagamos un ejercicio fotográfico e intentemos plasmar en un sólo negativo la foto de la semana. Puede que se nos caiga la cara de vergüenza. La muerte se puede encontrar en un banco, no en una entidad financiera, sino en un humilde asiento de un comedor social. Allí la encontró un ciudadano polaco, que nadie reclamará, y que falleció de hambre después de haber pasado por todas las instituciones sanitarias y sociales que no detectaron su estado de desnutrición vergonzante, y que ahora intentan dar explicaciones de lo que no tiene palabras.

Según el Ministerio de Hacienda se pueden cobrar hasta 120.000 euros en dinero negro sin incurrir en delito fiscal. Bueno eso si no prescribe antes que se agoten los plazos. Esos tiempos tan escasos que para los contribuyentes de a pie se reducen a lo infinitesimal. La jueza Alaya, después de una instrucción sumarísima en la que sólo le ha quedado por imputar a Blas Infante, concluye que los delitos que se atribuían a los hermanos de la ministra Báñez han prescrito. Todos los demás llevaran su tortuoso procedimiento hasta concluir el proceso. Las autoridades italianas conceden la nacionalidad a las personas fallecidas en el naufragio de la Isla de Lampedussa. A los supervivientes los extraditaran y los condenarán a pagar una multa de 3.000 euros.

Nuestro Presidente, en un alarde de conocimiento científico contrastado y basado en la evidencia, como ya hizo en el caso del Prestige, les ha comunicado a las autoridades niponas que lo de Fukushima no es para tanto. La radioactividad no se ve y por lo tanto no se debe creer en ella. El Caso Malaya se salda con condenas irrisorias. Después de años de instrucción se vuelve a demostrar que son muy rentables la prevaricación, el cohecho, el blanqueo de dinero y la malversación de dinero público. Ahora recurrirán y todo quedará en nada. Mucho nos tememos que igual camino seguirán los casos de los ERE, la trama Gürtel o el caso Nóos.

El eurodiputado Wily Meyer antepone los intereses de los que lo han elegido a causas que deben ser dirimidas en otros foros. El Ministerio de Medio Ambiente premia a un chiringuito ilegal por sus reconocidas actividades con el medio ambiente. Los símbolos fascistas vuelven a las calles. Aquí, al contrario que en Francia, Alemania e Italia, no es delito su exhibición en público. Mientras tanto la ONU nos insta a que investiguemos algunos crímenes del franquismo.

La verdad es que en la foto no salimos nada favorecidos.