Sin grados no hay vendimia

Hace algo más de una semana os contaba, desde este mismo rincón, que llegaba el inicio de la vendimia, unas fechas muy esperadas para los viticultores de la provincia de Cádiz, que sin embargo han visto sus previsiones alteradas por diferentes factores.

Uno de ellos es que en muchas fincas no han podido comenzar la cosecha porque la uva no había alcanzado aún los grados, mientras que en otros lugares las lluvias caídas la semana pasada han paralizado la recolección del fruto. Lo cierto es que una semana después, el trabajo está aún por hacer y aunque hay tiempo para ello, el temor de los viticultores es que el producto vaya perdiendo peso, conforme pasen más días y continúe en la cepa. Sin embargo, y al contrario del pasado año, la producción está resultando muy satisfactoria en los pagos donde han podido comenzar. Se trata sin duda de una buena noticia para los agricultores que el año pasado se quedaron a medias cuando vieron que las plagas redujeron sensiblemente sus producciones.

Los últimos años han sido un auténtico calvario para los viticultores, con costes por encima de los precios que alcanzaba el kilo de uva, que además escaseaba, en el mercado. Tanto es así que algunos no tuvieron más remedio que abandonar, dejando un paisaje irreconocible, especialmente en el Marco de Jerez. Ante este negro panorama la llegada de una buena cosecha hace prever que les espera un futuro más alentador a los que han podido aguantar el tirón.

Por tanto, el aumento de la producción debería revertir en una mayor estabilidad del sector, con los consiguientes acuerdos entre viticultores (productores) y vinicultores (bodegueros) para garantizar el futuro. Sin embargo leo con asombro que la Junta de Andalucía abre una segunda convocatoria para pedir subvenciones para reestructuración del viñedo, a través del Fondo Europeo Agrícola de Garantía (Feaga). Sus dirigentes parecen haber olvidado que hace 13 años pusieron en marcha un programa similar y el precio acabó bajando un 70%. Si esto sigue así, será la ruina para el sector porque creo que todas las partes deberían ir de la mano para consolidar un producto tan arraigado.