Chiclana, Rota y San Roque, ejemplos a evitar en la protección de la costa

La organización ecologista Greenpeace lo tiene claro. Chiclana, San Roque y Rota son los ejemplos a evitar si se quiere proteger la costa. La organización ecologista los ha incluido en el listado de los 25 municipios que más rápido han destruido su costa durante los años del 'boom inmobiliario' dentro del informe 'Destrucción a toda Costa 2013' que la organización realiza con carácter anual desde el año 2000 y que refleja que entre 1987 y 2005, se destruyeron en España dos hectáreas diarias de suelo natural en la franja de los primeros 500 metros, el equivalente a ocho campos de fútbol al día.

A lo largo de 60 páginas, Greenpeace ha identificado las zonas más y menos construidas, es decir las más y menos sostenibles, y señala qué municipios han sucumbido a los cantos de sirena del ladrillo llenando de hormigón su litoral. La organización advierte que muchos municipios «ya tienen construido el 100% de su litoral, es decir, no han dejado nada para generaciones futuras». A estos municipios los incluyen en el 'top ten' de la destrucción de la costa española. Para ello, se han basado en cuatro criterios principales como el porcentaje de la superficie artificial absoluta en primera línea de playa y donde el impacto sobre el total de la costa será mayor, el porcentaje de superficie artificial respecto al total del municipio, las poblaciones que más rápido han destruido su superficie entre 1987 y 2005 y, por último, las localidades que quedarían colmatadas en muy pocos años de continuar con la misma tendencia.

Crecimiento desmesurado

En este ranking, entre los diez primeros puestos, se encuentra Chiclana de la Frontera. El informe hace hincapié en el desmesurado crecimiento de habitantes que padece el municipio en los meses de verano pasando de 80.000 a 300.000 habitantes. Así mismo repara en el gran problema urbanístico que padece el municipio al albergar un gran número de segundas residencias, muchas de ellas ilegales. El documento recoge que entre 2003 y 2006 Chiclana se enfrentó a 15 supuestas ilegalidades urbanísticas y recuerda que incluso el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) anuló la aprobación definitiva de su PGOU. «De hecho, en 2007, Chiclana superaba a Marbella en número de viviendas ilegales» alcanzando las 40.000. Su superficie artificial crece casi un 2% de forma anual y la mitad de su franja costera ya está urbanizada.

Ya fuera de este 'top ten' pero dentro de los 25 ejemplos a evitar en el desarrollo del litoral se encuentra otro municipio gaditano que también dobla su población en verano: Rota. Lo primero que destaca el informe de la villa roteña es que presenta una elevada ocupación de la franja de los primeros 500 metros además de incidir en que el 63% de la costa ya está urbanizada con un total de 472 hectáreas y artificiales y un incremento importante (1%) de la superficie artificial que llegará a un 90% de ocupación en el año 2030 de seguir por el mismo camino. Si bien reconoce que aún existe una parte sin destruir, critica que «hay otra importante que cuenta con edificaciones en primera línea donde la presión es constante». La Base Naval de Rota no pasa desapercibida ni tampoco las infraestructuras que requiere el recinto militar y eso, sin contar que aún no han terminado las obras necesarias para el escudo antimisiles de la OTAN.

De San Roque, la organización destaca que el 42% de su costa tiene una gran extensión de superficie artificial en primera línea de playa y un considerable aumento anual de superficie artificial del 0,76%. A juicio de Greenpeace, la destrucción de la costa sanroqueña se traduce en la artificialización del paisaje debido a la construcción de un gran polígono industrial. Subraya la presencia de la refinería de Cepsa, junto a otras industrias sobre el propio dominio público marítimo-terrestre que «impiden prácticamente el paso y acceso público a la costa».

En el otro lado de la balanza, destacan el desarrollo urbanístico de Tarifa que se encuentra entre los municipios con mayor protección efectiva al tener un 64% de su superficie declarada como Parque Natural o Nacional.

Cambio climático

Esta construcción excesiva en primera línea de playa aumenta, a juicio de la organización el peligro por efecto del cambio climático de manera «exponencial». Entre los peligros más preocupantes sitúa el aumento de la exposición de los municipios costeros a inundaciones y torrentes si no se conserva el estado natural de los primeros 500 metros, que actúan como barrera de contención.