CÁDIZ

Un edificio de gran valor que no se ha sabido (o querido) conservar

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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En los últimos años han sido más de una decena los requerimientos urbanísticos que el Ayuntamiento de Cádiz ha mandado a la Junta de Andalucía para que velara por la seguridad de un edificio al que, a simple vista, se le ven las mellas de los cascotes caídos. Eso por no hablar del mal aspecto que presenta su entrada, con una vegetación abundante y una fauna propia, que queda separada del paso de los peatones por la avenida Duque de Nájera sólo con una fina valla de protección.

Se ha ido dejando así deteriorar un inmueble diseñado por los arquitectos José López Zanón y Luis Laorga Gutiérrez y que fue inaugurado el 17 de abril de 1968. Se trata de una de las edificaciones más destacadas del siglo XX en la ciudad de Cádiz, enmarcada dentro de la corriente racionalista.

Su elemento más reconocido, la fachada, recurre al predominio del hueco horizontal para potenciar la imagen náutica del edificio, equilibrado con fachadas de estrechos huecos verticales y apoyado en la rotunda proa, un guiño arquitectónico de gran expresividad que resuelve su encuentro con la esquina de la calle Matías. Como principales elementos cabe destacar el puente de mando que corona la fachada y el mástil que le da un aire más marinero si cabe desde su posición frente a La Caleta.