Un coche policía, aparcado al lado del hotel Carlton de Cannes. :: ERIC GAILLARD / REUTERS
Sociedad

Cannes, santuario de los cacos

Después de varios robos durante el festival de cine, un atracador se lleva a punta de pistola 40 millones en joyas del hotel Carlton

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Cannes es sinónimo de glamour, gente guapa, elegancia, dinero y cine, mucho cine. El punto neurálgico que reúne a lo más selecto del séptimo arte cada mes de mayo. Por sus calles pasean famosos cogidos de la mano de bellas modelos; por sus calzadas circulan espectaculares coches que son la envidia de los bolsillos más modestos. Y, ahora, uno de los centros turísticos más importantes de la Costa Azul francesa se ha convertido en un poderoso atractivo para los amigos de lo ajeno y un verdadero dolor de cabeza para las autoridades que deben velar por la seguridad y los bienes de sus millonarios huéspedes.

El último suceso se produjo ayer, en un soleado domingo en el hotel Carlton. Un individuo armado entró en el lujoso establecimiento y se dirigió expresamente a la exposición 'Extraordinary diamonds', que desde el 20 de julio ocupaba una de las zonas del hotel. El hombre, que entró con el rostro cubierto y guantes poco antes del mediodía, exigió directamente el maletín que contenía parte de las joyas de la muestra. Sobre todo, el caco se largó con un lote de joyas y relojes con diamantes incrustados de la joyería Laviev valorados en 40 millones de euros. «Fue un golpe rápido y sin violencia», apuntó un portavoz policial. De confirmarse la cuantía del robo -la dirección del hotel Carlton mantenía un prudente silencio- sería el segundo atraco más 'provechoso' de la historia del país vecino, después de los 80 millones que se sustrajeron hace cinco años de la joyería parisina Harry Winston.

Pero lo que más preocupa a los investigadores es la relativa facilidad con el que los ladrones están perpetrando sus golpes en la elegante ciudad costera. Todavía se acuerdan del tumultuoso último festival de cine, que se inauguró con un sonado robo a la marca suiza Chopard. Los ladrones entraron en la habitación de un empleado de los joyeros mientras éste cenaba, arrancaron la caja fuerte y se la llevaron puesta. Valor estimado de lo sustraído: cerca de un millón de euros. Los objetos de deseo eran algunos de los espectaculares adornos que la firma iba a prestar a las famosas que se paseaban esos días por La Croisette. Fue un golpe contra el festival, patrocinado por Chopard desde hace tres lustros.

Cuando todavía no se había recuperado Cannes del primer golpe, se produjo el segundo. Otra marca helvética, De Grisogono, denunció haber sido atracada en el hotel Eden Roc, en Antibes, una localidad pegada a Cannes, donde se ofrecía una suntuosa fiesta para sus celebridades durante el festival. En esta ocasión, los cacos birlaron un collar valorado en más de dos millones. Todo un imán para los amigos de lo ajeno.