CÁDIZ

Para hacer trabajar a las piedras de la Catedral

La asociación Nártex desarrolla este programa de voluntariado hasta el 21 de julio, como el que ya se hace en San Marcos de Venecia o Notre Dame de París

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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«Hacer trabajar a las piedras», ese es la filosofía con la que la asociación cultural Nártex ha desembarcado en la Catedral de Cádiz. Desde el pasado día 4 de julio y hasta el 21 del mismo mes, tres jóvenes desarrollan un singular programa de voluntariado: mostrar el Primer Templo Diocesano en diferentes idiomas. Dos jóvenes y una joven (de nacionalidades española y francesa) son las encargadas de interpretar la Catedral en español, francés, italiano e inglés en una iniciativa en la que Cádiz participa por primera vez pero que tiene largo recorrido.

De hecho, el monumento se suma a una larga lista de espacios patrimoniales religiosos de Europa en los que se desarrolla esta iniciativa como es el caso de Notre Dame de París o San Marcos de Venecia. Y es que esta asociación sin ánimo de lucro forma parte de Federación Internacional Ars et Fides que se encarga de realizar programas de voluntariado con una doble vía: formar a jóvenes en la interpretación del patrimonio religioso y fomentar el acercamiento y la comprensión de este patrimonio para los turistas. «Lo que se busca es ofrecer un plus, que tenga además calado espiritual», explica la presidenta de la asociación Isabel Fernández.

Junto a la Catedral de Cádiz, la Cartuja de Nuestra Señora de la Defensión de Jerez se beneficia de esta iniciativa que, en el caso de Cádiz, ha llegado de la mano del obispo Rafael Zornoza. «El obispo nos conocía de cuando estaba en Madrid», explica Fernández a la vez que matiza que el objetivo es que, en la medida de lo posible, «quede un grupo de voluntarios en cada sitio en el que trabajan».

En la Catedral, los tres jóvenes se encargan de recibir y dar la bienvenida a los turistas, mientras las interpreta gratuitamente el monumento. Desarrollan su labor en horario de mañana y tarde, coincidiendo con la apertura turística de la Catedral. «Sabemos que les está yendo muy bien, están muy contentos», explica Fernández.

Aunque los jóvenes se forman en estudios afines al patrimonio (como puede ser Arquitectura o Historia del Arte), reciben una formación concreta en cada lugar. Así, en el caso de la Catedral de Cádiz, durante tres días, fueron instruidos por canónigos y expertos en el patrimonio de este espacio patrimonial que se mueve entre el barroco y el neoclásico. Aunque el programa culmina el próximo 21 de julio, la intención de la asociación es que se convierta en una actividad periódica de carácter anual, de forma que la Catedral de Cádiz se sume a otros espacios religiosos europeos que ya cuentan con la presencia de estos jóvenes cada verano. «Nos gustaría que fuera así, aunque depende de las posibilidades económicas de la diócesis a la que van ya que al ser un programa de voluntariado hay que encargarse del alojamiento y manutención de los jóvenes».

De momento, la experiencia piloto marcha para satisfacción de turistas, que pueden comprender un espacio imprescindible en la ciudad como la Catedral, y de los jóvenes, que aprenden a desenvolverse en la tarea de interpretar el patrimonio. En definitiva, convertir las piedras frías talladas con esmero en piedras vivas que hablen por sí mismas de la historia que es motivo de su existencia.