El PSOE andaluz exige que Euskadi y Navarra aporten al sistema de financiación general

Sin radicalismos como el del líder del PSC, Pere Navarro, pero el debate sobre la «anomalía» que suponen el concierto vasco y el convenio navarro sigue vivo en el PSOE. Los socialistas andaluces quieren que la propuesta de reforma de la Constitución, que ha de ser aprobada en el Consejo Territorial del próximo 6 de julio, incluya un cambio sustancial en el sistema vigente: la participación del País Vasco y Navarra en el mecanismo de nivelación del sistema de financiación común, al que contribuyen el resto de comunidades.

Es una idea que aparece recogida en el documento que la federación liderada por José Antonio Griñán elaboró con vistas a la cumbre de barones y que, según fuentes de su ejecutiva, defenderá a capa y espada. Su tesis, así apuntada en el texto, es que en una modificación constitucional de corte federal es «el momento oportuno para intentar, una vez más, la plena equiparación fiscal de los territorios históricos» y para «explorar la posibilidad de hacer frente a alguna de las más serias deficiencias que vienen mostrando las instituciones del concierto y el convenio en su aplicación práctica».

En la dirección del PSOE aseguran que cabe hacer ese planteamiento y que ha estado encima de la mesa en algunas conversaciones mantenidas en la ejecutiva federal en las que ha participado Patxi López. Pero también matizan que por el alcance de la polémica abierta a raíz de la petición del líder del PSC para que se deroguen los regímenes especiales, las posibilidades de ir más allá de lo que ya se había incluido en el documento elaborado bajo la coordinación del exministro Ramón Jáuregui se estrechan.

«Patxi siempre ha mostrado su disposición a que el País Vasco contribuya a la solidaridad desde el cupo, pero es verdad que tal y como se han puesto las cosas se está quedando sin margen», afirma un destacado miembro de la ejecutiva. En la cúpula del PSOE andaluz, en la que por cierto se ve con recelos una candidatura de López a las primarias, alaban el gesto y admiten que la posición del PSE, y del PSOE en su conjunto, se ha «movido» mucho recientemente, pero replican: «Lo que no es admisible es que, habiendo coincidido en el tiempo un presidente del Gobierno y un lehendakari socialistas, no hayamos arreglado eso; la revisión del cupo (que es quinquenal) lleva dieciocho meses de retraso».

Veto

El informe que maneja la federación más poderosa del PSOE, coordinado por el catedrático de derecho Constitucional Gregorio Cámara, sostiene que ya es posible, y sin reforma constitucional, que los territorios forales contribuyan a los mecanismos de nivelación de España -el cupo y la aportación no pueden ser consideradas transferencias niveladoras como tal- pero para ello habría que modificar la ley del cupo y, dado que la Constitución obliga a que esa reforma sea pactada, es «harto improbable», dicen, que se llegue a una metodología que corrija las diferencias que el actual sistema arroja en financiación per cápita, muy favorables a vascos y navarros. «Los territorios forales -alegan- están en condiciones de vetar cualquier modificación».

Ese es el motivo por el que proponen incluir en la Carta Magna una garantía o mandato dirigido a la «actualización» del régimen foral en su dimensión financiera para que País Vasco y Navarra estén obligadas a aportar al fondo común.

En la actualidad, estas dos autonomías participan solo en el fondo de compensación interterritorial, ajeno al sistema de financiación autonómico. «Pero eso -dicen los andaluces- es el chocolate del loro». El PSOE propone en su documento unificar en un solo fondo, que se llamaría de solidaridad, los actuales fondos de cooperación y de competitividad, dos de los cuatro del régimen común creados en 2009 para las autonomías con menos recursos, el primero, y para no desincentivar a las ricas, el segundo. Ahí es donde, según fuentes de la dirección cabe incluir a vascos y navarros.

Los andaluces dan por hecho que así será. En todo caso, después de la comida organizada por Rubalcaba con los barones de la ejecutiva el pasado lunes, y el encuentro que el propio Griñán celebró con el primer secretario del PSC el martes, insisten en que habrá acuerdo y que todo el mundo está por la labor de evitar conflictos.