La embarcación se encuentra en el varadero del Guadalete, lugar en el que espera ser reparada desde hace meses. :: C.A.C.
CÁDIZ

El Vapor, un marinero en tierra

Motonaves Adriano dice que como pronto será a «finales de verano» cuando se vuelva a ver navegando a este emblema de El Puerto y la provincia La embarcación sigue a la espera de ser reparada desde que se hundió en 2011

EL PUERTO. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Vapor de El Puerto sigue en tierra. Y lo estará por algún tiempo más. Eso es al menos lo que afirma Manuel Ramos, administrador de Motonaves Adriano, quien fija el regreso a la actividad de este emblema de la ciudad y de la Bahía gaditana para «finales de verano» como pronto.

«Está en la fase de recuperación, pero no nos ponemos fecha para concluirla», subraya Ramos, que recalca que «no tenemos unas prisas locas por sacarlo adelante». El Vaporcito se hundió en el puerto de Cádiz el 30 de agosto de 2011.

Mientras esto sucede, el Adriano III se encuentra en el varadero del Guadalete. Allí espera a ser reparado y remodelado, pues la empresa ya anunció hace meses que el futuro de este símbolo pasa por un cambio sustancial del mismo, con la idea de hacerlo rentable económicamente.

El nuevo uso que se le va a dar, eminentemente turístico, ha provocado que el aforo pase de 200 a 150 pasajeros y que se vaya a prescindir de la cubierta superior de la nave, construida en los astilleros gallegos en 1956. El interior del barco acogerá además varias salas para recepciones, comidas y una barra de bar, así como espacio para la venta de recuerdos turísticos.

La recuperación se está demorando más de lo previsto. «Estamos en ello, pero van surgiendo problemas que vamos solucionando poco a poco», afirma el armador. El montante de la actuación se fijó en su día en torno al medio millón de euros, algo que se afronta «sin subvención», apunta Manuel Ramos, a pesar de que en su momento se dijo que el Grupo de Desarrollo Pesquero de la Costa Noroeste concedió una ayuda de 109.000 euros. Tal hecho estaba supeditado a que la motonave también desarrollase su acción por dicha zona, algo que llevó a que desde Motonaves Adriano se destacase que el Vapor navegaría «donde haya negocio, ya sea en la Bahía, la desembocadura del Guadalquivir o el Guadiana».

En el astillero, el Vapor recuerda al marinero en tierra que fue uno de los grandes de la literatura española, el portuense Rafael Alberti. La embarcación hace tiempo que no tiene contacto con el agua, una circunstancia que según algunas fuentes, como la plataforma surgida tras su hundimiento en Facebook, va en detrimento de la vida del Vapor.

Hay nostálgicos que prefieren recordar la saga culminada en el Adriano III como un vestigio de otra época. El hecho de ver en el futuro surcando las aguas gaditanas una nave alejada del romanticismo que abanderada el Vapor, provoca cierto rechazo.

A la espera de ver si finalmente este particular marinero portuense con raíces gallegas regresa al mar, quienes disfrutan del transporte marítimo recurren a los catamaranes del Consorcio de Trasportes de la Bahía de Cádiz, que para este verano ampliarán su horario al llegar la noche. Sin olvidar la oferta de cruceros turísticos de la empresa Albarco.com, que comercializa una travesía entre El Puerto y Cádiz, con paso por el río Guadalete, Puerto Sherry, Fuerte Ciudad y la playa de Santa Catalina, con la idea de mostrar la Bahía y las murallas de la capital. Todo ello aderezado con una copa de fino de la tierra.

En estas circunstanias, mientras quienes tienen potestad para ello resuelven su futuro, el Vapor recita a diario el 'Sueño del marinero', uno de los poemas que conforman el libro 'Marinero en tierra' (1924), por el que Alberti ganó el Premio Nacional de Poesía: «Yo, marinero, en la ribera mía/ posada sobre un cano y dulce río/ que da su brazo a un mar de Andalucía (.). Suerte, marinero».