Avanza el centralismo, retrocede el autonomismo

La idea de un Estado sin autonomías está cada vez más instalada entre los ciudadanos. Casi el 23% de los consultados en la última encuesta del CIS prefieren esa fórmula territorial para España antes que cualquier otra. Con todo, el modelo autonómico se mantiene como la fórmula con más apoyos, el 31,5% dice que es el mejor. En el otro extremo, el del Estado con posibilidad de que las autonomías se independicen, también gana adeptos, pero es marginal y solo cuenta con el respaldo del 8,3% de los ciudadanos.

Hace solo cuatro años, aunque ya había comenzado la crisis, el centralismo estaba de capa caída, solo el 12% defendía esa fórmula territorial. Pero a medida que las comunidades han emprendido duros ajustes del gasto el sentimiento autonomista ha retrocedido en paralelo. El resultado es que las preferencias por una Estado sin comunidades se han casi duplicado y del 12% que en abril de 2009 respaldaba esa tesis se ha pasado al 24,7% en febrero pasado y al 22,9% en el barómetro de mayo del CIS dado a conocer ayer.

Los más centralistas son los votantes del PP, el 38,2% de sus simpatizantes se decantan por la supresión de las comunidades. El 17,7% de los del PSOE comparte esa idea y el 9,3% de los de IU. Los más jacobinos, sin embargo, son los de UPyD, casi uno de cada tres se abona a ese modelo.

El Estado autonómico, la fórmula más aceptada por los ciudadanos durante décadas, cae a marchas forzadas a medida que pasan los años de crisis. Si en 2009 cuatro de cada diez ciudadanos pensaban que era el sistema más adecuado para España, ahora ni tres de cada diez piensa así. Se ha pasado de contar con el 40% de respaldo al 31,5%.

Un desafecto en el que sin duda han jugado un papel importante los recortes económicos de los gobiernos autonómicos, pero también la expansión de las posturas soberanistas, sobre todo en Cataluña. Un fenómeno ante el que se ha reforzado el centralismo como respuesta a las tendencias disgregadoras.

Los socialistas son los más firmes defensores del modelo constitucional, el 40,2% de sus votantes así lo manifiesta por el 26,5% de los seguidores del PP, el 27,8% de los de UPyD, y el 32,1% de los de IU.

Las demás fórmulas de organización del territorio tienen respaldos marginales y en retroceso, salvo el de la fórmula que permitiría a las autonomías independizarse. Hace cuatro años, el 6.7% de los ciudadanos veían con buenos ojos esa fórmula, hoy lo hace el 8,3%, de acuerdo al estudio del CIS.

Hubo un momento, incluso, en que llegó al 10,2%; fue en octubre de 2012, en pleno fervor soberanista de Cataluña tras la manifestación del 11 de septiembre.

Un Estado con las comunidades con menos autonomía es apoyado por el 14%, un punto menos que en 2009. La fórmula de un Estado con comunidades más autonómas tiene el visto bueno del 11,4%, ocho puntos menos que hace cuatro años.

Sentimiento

En sintonía con el centralismo ha crecido el sentimiento españolista. El CIS constata que el 15,4% de los ciudadanos se siente solo español; el 7,3% más español que natural de su autonomía; el 52,5% se cree tan español como de su comunidad; el 12,1% se considera más de su tierra que español; y el 6,1% solo se siente de su comunidad.

El mapa sentimental ha experimentado pocos cambios en los últimos años, pero uno es sustancial. En 2009 no llegaba al 9% los que decían sentirse solo españoles, hoy supera el 15%. Los que se consideran tan españoles como de su comunidad se mantienen en niveles similares, en 2009 lo decía el 51,4% y lo mantiene el 52,5%.

Entre los electores de UPyD se encuentra el nicho más grande de los que se creen solo españoles, casi uno de cada tres seguidores del partido de Rosa Díez, el 28%, así lo manifiesta. Entre los del PP, el 22,1%, el 14,9% de los del PSOE, y el 5% de los de IU. En cambio, son los socialistas los que más se sienten españoles y de su comunidad a partes iguales, el 59%, por el 55,7% del PP, el 51,4% de IU y el 50% de UPyD.