Miguel Blesa, ayer, a su llegada a los juzgados de Madrid y de los que saldría horas después hacia la cárcel de Soto del Real. :: ZIPI / EFE
Economia

Blesa vuelve a prisión por la compra irregular de un banco en Florida

Al juez no le salen las cuentas del dinero que pagó Caja Madrid por el CNBF y presume el desvío de 100 millones de euros en la operación

MADRID. Actualizado: Guardar
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Miguel Blesa pasó ayer su segunda noche en la cárcel madrileña de Soto del Real, después de la que ya 'disfrutó' el pasado 16 de mayo. La diferencia es que esta vez el juez Elpidio José Silva, que investiga algunas operaciones irregulares durante los 13 años que presidió Caja Madrid -entre ellas, la compra del City National Bank of Florida (CNBF) en 2008-, fue más severo y ordenó su ingreso en prisión de forma incondicional, es decir, sin fianza alguna. Lo hizo a petición de la acusación popular que representa el colectivo Manos Limpias, y pese al criterio en contra de la Fiscalía.

Pero ¿qué ha cambiado en estos 20 días? Fundamentalmente, que el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid dispone ahora -a su entender- de indicios más claros sobre algunos de los posibles delitos que le imputa -administración desleal, o bien apropiación indebida en concurso con falsedad documental- y, además, de otro nuevo: uso de información privilegiada. La base de los mismos radica en un informe presentado por la Brigada de Delincuencia Económica de la Guardia Civil, una vez analizados una serie de correos cruzados entre Blesa y varios exdirectivos suyos.

Los más interesantes para la causa son obra del propio expresidente y del antiguo director financiero, Ildefonso Sánchez. En uno de ellos, según fuentes jurídicas consultadas, el segundo señalaba al primero textualmente «ya hemos hecho lo que tú querías», en referencia a sus preocupaciones por tres cantidades que estaban 'apartadas' para sendas operaciones de Caja Madrid al otro lado del Atlántico. La primera ascendía a 400 millones de euros y correspondía a parte del asunto del CNBF; la segunda, no precisada, era para cerrar la adquisición en México de la financiera hipotecaria Su Casita; y la tercera, de 100 millones, habría de servir para otras compras de la entidad no aclaradas, entre ellas una mansión suntuosa en Cayo Vizcaíno (Miami), en teoría dedicada a residencia vacacional de directivos y supuesta 'embajada' comercial.

De ese intercambio de correos se deduce también la preocupación de Blesa por que no hubiera pérdidas con el cambio del euro frente a la divisa estadounidense (1,6 dólares). Para 'tranquilizarlo', la caja suscribió sendos seguros, tanto para esas operaciones como para un crédito personal de un millón pedido por el expresidente presuntamente para la compra de una casa en EE UU. La acusación sostiene que a la vista de ese cruce de mensajes hubo un «claro descuadre» contable, lo que negaron ambos imputados en sus declaraciones de ayer (de casi tres horas cada uno) ante el juez, tras las cuales Sánchez siguió en libertad.

¿«Descuadre» contable?

En ellas, ambos sostuvieron que los correos solo hablaban de «meros» apuntes de tesorería, provisiones a hacer en el banco ante el riesgo eventual de algunas operaciones, aunque sin que hubiera descuadre alguno de fondos. La acusación popular, sin embargo, señaló que la compra del CNBF causó «más de 500 millones de euros de pérdidas» a Caja Madrid, tesis compartida por el instructor pese a que Bankia cerró hace apenas dos semanas el traspaso del citado banco de Florida por el equivalente a 683 millones de euros. Ello supone que, sin contar posibles coberturas y otras transacciones no declaradas, la minusvalía real habría sido al final de 'solo' 150 millones.

Otro punto que hace que al juez Silva no le cuadren las cuentas, según fuentes de la investigación, es que la compra del CNBF -que el consejo de la caja aprobó en abril de 2008 por unanimidad- se troceó sin motivo aparente, lo que en su opinión y la de la acción popular hace presumir que se hizo, de un lado, para eludir el control preceptivo de la Comunidad de Madrid -que dio su visto bueno a posteriori, al igual que el Banco de España, aunque este sostiene que se limitó a constatar las cantidades declaradas- y, de otro, para favorecer un supuesto pago de comisiones, extremo del que Manos Limpias dispondría de posibles pruebas -obtenidas en un reciente viaje de sus abogados en Miami- que hará llegar al juzgado en breve.

Uno de los motivos que ha llevado al instructor a encarcelar 'ipso facto' a Blesa, quien ya tiene depositada una fianza de 2,5 millones en la causa donde se investiga un sospechoso crédito de 26,5 millones de euros al exconsejero y empresario Gerardo Díaz Ferrán, es incomunicarle respecto al resto de imputados, a fin de evitar que pudieran pactar una versión común sobre los hechos que se investigan.