El hospital de la lechera

La Junta de Andalucía, cuando los perros llevaban collares y bozales de longaniza fresca en esta tierra, anunció con todo el estruendo que pudo, con el que le permitió su engrasada maquinaria propagandística, un nuevo hospital de referencia, gigantesco y ultramoderno, en la capital gaditana. El anuncio se produjo en 2005 y casi una década después no hay más que un solar y la impotencia para mover siquiera los papeles que el viento pose allí. El proyecto, desde el inicio, estaba basado en un urbanístico cuento de la lechera. La teoría decía que el suelo del actual hospital Puerta del Mar quedaría para cientos de viviendas de primer orden, incluso para oficinas y un centro comercial. Con las plusvalías que generase esa operación, la financiación del proyecto sería posible. Pero el cántaro saltó en pedazos cuando el falso progreso económico andaluz y español, basado en una progresía igualmente falsa, que acabó por mermar hasta las últimas finanzas de la última empresa española. Y lo que es peor, hasta de la última familia.

Ahora, después de filtrar que el proyecto no estaría en esta década, primero, y que no tenía financiación posible, después, el delegado autonómico en Cádiz admitió ayer que esa idea se ha terminado. Nunca será y, si resucita dentro de muchos años, será con otro proyecto, otros costes, puede que en otro lugar y, desde luego, en otro momento, en uno muy, muy lejano. El hospital nuevo de Cádiz ya no existe. Queda un solar y donde hubo ruido publicitario, electoralista, ahora queda el silencio que siempre dejan las toneladas de dudas que generan las preguntas sin respuesta.