La Villa Turística de Grazalema recibe a sus primeros visitantes

Fin a tres años de cierre e incertidumbre laboral. La Villa Turística de Grazalema abrió ayer sus puertas y volvió a funcionar tras una inversión de 900.000 euros por parte de la Consejería de Turismo y Comercio que ha permitido poner en funcionamiento el hotel al completo y diez de las 38 villas que tiene el complejo. El consejero de esta área, Rafael Rodríguez, y la alcaldesa de Grazalema, María José Lara (PSOE), fueron los encargados de presidir esta reapertura con la que 25 trabajadores han vuelto a dormir más tranquilos después de muchos meses de incertidumbre. No obstante, la auténtica inauguración llegó de la mano de los primeros visitantes y las primeras nueve reservas que ha recibido la instalación con solo abrir las puertas.

Desde la Junta pretenden que la apertura de Grazalema sea el punto de partida para la revitalización de la Red de Villas Turísticas de Andalucía. Además, hay muchas esperanzas depositada en que esta instalación, una vez que esté disponible al cien por cien, pueda alcanzar hasta las 60.000 pernoctaciones al año y unos ingresos de 1,5 millones de euros. Rodríguez apostó porque la nueva puesta en marcha de la villa sea «el elemento catalizador para la dinamización económica, social y turística» de Grazalema, al tratarse de «una oferta turística singular y de calidad». Además, recordó que este alojamiento se encuentra enclavado «en uno de los lugares más bellos de la geografía andaluza» y valoró que la reapertura contribuirá a la generación de empleo, a través de la creación de más de una treintena de puestos de trabajo directos e indirectos.

El consejero ha señalado la complicación del proceso para reiniciar la actividad en la Villa de Grazalema, después de que la empresa privada Hotelux, encargada de la gestión de las instalaciones desde 2009, no hubiera realizado ninguna obra de remodelación en los últimos tres años. Así, la Consejería asumió en 2012 la totalidad de la gestión de la Red de Villas Turísticas de Andalucía y comenzó por la remodelación del alojamiento de Grazalema.

Por último, Rodríguez ha agradecido el esfuerzo y colaboración de los implicados en el proyecto, instituciones, empresas que realizaron las reformas y, especialmente, los trabajadores de la Villa y del resto de instalaciones de la red, «sin cuyo trabajo y confianza en este proyecto, a pesar de las dificultades, no hubiera sido posible esta reapertura».