Descendimiento puso la nota sobria a la noche. :: A. VÁZQUEZ
CÁDIZ

Madrugá interrumpida

La imprevista lluvia obligó a las cofradías a recogerse antes y dejó insólitas escenas

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Noche de emociones a flor de piel, de saetas y vivas, de fervor y recuerdos y de lluvia. La asistente nunca invitada pero bien presente en esta Semana Santa apareció cuando menos se la esperaba. Los partes apuntaban probabilidad de lluvias escasas en el amanecer del Viernes Santo, sin embargo, una vez más, las precipitaciones se adelantaron y aguaron una Madrugá que iba camino de ser perfecta. Calles abarrotadas de público con ganas de procesiones y cinco hermandades cumpliendo sus recorridos fue el escenario que vino a estropear el tiempo a las 3.50 horas. Fue entonces cuando las primeras gotas dieron paso a una lluvia débil pero persistente que provocó la recogida acelerada de Oración (que ya se encontraba recogiéndose y aceleró el paso), Nazareno, Medinaceli y Descendimiento. Por su parte, El Perdón mantuvo su itinerario, aunque acortó su recogida en algo más de una hora.

La noche más larga del año comenzaba con el comienzo de la estación de penitencia de Medinaceli. Había ganas en su junta de gobierno por realizar una salida al completo después de verse castigada por la lluvia los dos años anteriores. Al filo de la medianoche partía de Santa Cruz el cortejo con la supuesta tranquilidad de que esa noche el cielo respetaría. Fue el momento de contemplar escenas de devoción con la nutrida y densa penitencia de Medinaceli que, entre hermanos de fila y de penitencia, puso en la calle un cortejo de más de 600 personas. Fue también la salida en la que Manuel Ruiz Gené se estrenó como capataz de la Virgen de la Trinidad. Con caminar elegante, decidido hacia delante y levantás limpias, Ruiz Gené fue completando el recorrido hasta que la lluvia sorprendió a la procesión ya camino de la recogida. El Señor transcurría por Cobos y el palio por la esquina de San Francisco a Cristóbal Colón cuando tanto fiscalía como capataz del paso de palio supieron resolver la situación. En una insólita estampa, la Virgen con su servicio de paso siguió en soledad por San Juan de Dios para incorporarse justo detrás del Señor en la esquina de Pomponio Mela. Quedaron Señor y titular mariana uno tras otro ya hasta la recogida. Por su parte, tanto Nazareno como Descendimiento completaron sus recorridos, aunque para ello aceleraron y, mucho sus recogidas. En el caso del Regidor Perpetuo, se recogió dos horas antes de lo previsto, entre saetas y vivas de un barrio de Santa María totalmente entregado.

El Perdón

La lluvia pilló a la cofradía del Perdón por Campo del Sur, recién iniciada su salida. Después de refugiarse en Catedral, la hermandad decidía continuar su salida y convertirse en la única cofradía de la Madrugá. Pero antes de que llegara este momento, la hermandad vivió momentos previos a la salida cargados de emoción. El fiscal e hijo del hermano mayor, Manuel Garrido, hacía llegar a los hermanos un mensaje de su padre, convaleciente por una enfermedad. «Me ha pedido que os diga que aunque él no esté aquí, nos va acompañar toda la noche. Que nuestro Cristo y nuestra Virgen estén con él», reconocía entre lágrimas. Y lo estuvieron, tal y como el propio Garrido padre pudo ver en Nueva. Con los primeros rayos del amanecer, Garrido vio a su hermandad desde un balcón de la calle. Allí, los pasos se volvieron hacia un emocionado hermano mayor que contagió sus lágrimas a muchos de los presentes. Pese a los sobresaltos por la lluvia, la cofradía completó una salida emotiva y cuidada, donde se vivieron momentos muy especiales como el estreno de la marcha 'Madre del Rosario' de Marvizón, que sonó por fin a la salida de Santa Cruz, después de no poderse estrenar el pasado año.