Economia

«Lo peor que le podría pasar a España es parar las reformas y creer que ya se ha hecho todo»

Descarta el rescate a medio plazo y ve factible que la CE relaje los plazos de cumplimiento con el déficit, porque se están ejecutando los deberes Joaquín Almunia Vicepresidente de la Comisión Europea

MADRID. Actualizado: Guardar
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Rescate al país no, aunque «never say never again (nunca digas nunca jamás)». Más plazo para cumplir con el déficit, probablemente aunque no seguro. Son las claves que maneja el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, cuando se le pregunta por España.

-Vista la marcha del país y el descenso apreciable en la presión de los mercados, ¿podemos dar por descartado, a medio plazo, que España tenga que pedir un rescate?

-Yo creo que eso no se plantea ya en España. El gran problema es el coste excesivo de la financiación para las administraciones públicas y también el sector privado, es decir, cuánto nos cuesta realmente acudir a los mercados. Eso es lo que se ha intentado reducir y para lo que se llegó a estudiar la posibilidad de pedir ayudar a la Unión Europea. Ahora bien, en la medida en que en los últimos meses las primas de riesgo se han relajado y también las tensiones en los mercados, esa cuestión ya no aparece entre las prioridades inmediatas aunque nadie la descarta de una vez por todas y para siempre, empezando por el propio presidente del Gobierno.

-Habla usted de relajo, pero la prima de riesgo no logra bajar de un suelo de 350 puntos básicos, ¿ese nivel es sostenible en el tiempo?

-Ciertamente es deseable que se reduzca, puesto que los fundamentos de la economía española dependen de ello. La confianza es un intangible difícil de atribuir a una sola causa, pero no por ello menos importante. Hay países con mayores problemas económicos que otros y que, sin embargo, tienen condiciones de financiación mucho mejores. Eso ocurre, por ejemplo, con España. Por lo tanto, también hay en juego una serie de elementos subjetivos.

-Entre esos elementos, en el caso español, ¿estaría la corrupción?

-La influencia en este caso sobre los mercados no ha sido relevante, aunque en la medida en que los casos se repiten obviamente sí perjudican a la imagen del país en el exterior.

-¿Ha hecho España los deberes suficientes para que baje más la prima de riesgo, con lo que conlleva?

-En España se están haciendo muchas cosas. Desde mayo de 2010, cuando se produjo el primer aviso desde el Consejo Europeo, hay todo un recorrido de decisiones muy importantes ya tomadas sobre la consolidación fiscal, los ajustes macroeconómicos o la reestructuración del sistema financiera. Pero resta aún una lista de actuaciones importantes que hay que seguir tomando en los próximos años. Lo peor que podría pasar ahora es parar el proceso de reformas y considerar que ya se ha hecho todo lo que se debía.

-En la lista de deberes pendientes, ¿cuáles estarían y en qué plazo?

-La Comisión no va a establecer tanto esos plazos. Hay que empezar a ver esto más por el propio interés de España que como una imposición que pueda venir desde fuera. En ese sentido, está claro que el paro, en particular el juvenil, es un problema muy grande, donde tiene un gran peso la recuperación del crecimiento. Y para ello es muy importante reactivar el crédito, es decir, las líneas de financiación dentro del país, en particular para las pequeñas y las medianas empresas.

-El Gobierno parece dar por descontado que la Comisión le dará más margen para el cumplimiento de los objetivos de déficit. ¿Tiene motivos para estar confiado?

-La Comisión está analizando los esfuerzos fiscales de España y en qué medida se ajustan a lo comprometido. Lo que ya hay es una constatación de mi colega Olli Rehn (comisario de Asuntos Económicos y Financieros) de que España ha cumplido con el esfuerzo fiscal que se le había solicitado. Seguramente habrá una desviación del déficit en términos nominales, aunque puede deberse más a factores cíclicos que a falta de aplicación de los ajustes. En la medida que así lo constatemos, no sería extraño que al final se ajuste el calendario de cumplimiento.

-Entonces, se reiteran en que no pedirán nuevos ajustes este año.

-No entramos en el debate sobre cómo conseguir un determinado ajuste presupuestario, pues corresponde a las autoridades de cada país. Pero en el caso de España sí tenemos un problema específico con una parte de la caída de ingresos, que responde a los cambios en el modelo productivo. En la medida que el sector inmobiliario pesa mucho menos que antes de la crisis, y que no es de esperar que recupere en los próximos años ese peso, debemos concluir que hay ingresos fiscales que no van a volver. Por ello, si se quiere mantener un determinado nivel de gasto, habrá que preguntarse cuándo y cómo lograremos los ingresos suficientes porque la financiación vía deuda nos está vedada durante un largo período, en la medida que nuestro endeudamiento ha crecido mucho en poco tiempo.

-Dice que la Comisión no entra en el 'cómo', pero a España sí le ha llamado la atención sobre temas como el elevado gasto territorial.

-Lo que ha constatado, no solo a la vista del caso español, es que resulta más difícil cumplir compromisos de consolidación fiscal cuando se tiene un sistema político altamente descentralizado. Hacen falta compromisos y responsabilidades conjuntas entre todas las administraciones, si bien para Europa el único interlocutor es el Gobierno.

-También le ha hecho una advertencia clara sobre las preferentes.

-Hablamos de unos productos híbridos que, por su naturaleza, tienen que absorber pérdidas. Y el Memorándum que regula el rescate del sector financiero establece una metodología para ello. Ahora bien, hay algunos casos donde los riesgos asumidos no son normales y se han producido pérdidas por abusos. Ahí me parece bien que tengan derecho a una compensación, si bien no puede hacerse con dinero público sino reclamando a los gestores que pudieron abusar en sus actuaciones.

-Hablemos de previsiones, ¿cuándo cree la CE que España empezará a salir de la crisis?

-Pendientes del próximo informe, que publicaremos a finales de mes, el escenario que manejamos es que en 2013 siga la recesión, apreciando una leve recuperación a final de año para registrar un crecimiento positivo, aunque pequeño, a partir de 2014. Pero las previsiones no son profecías; si cambian los factores en que se basaron también lo harán aquellas. No es que el profeta se equivoque, es que la realidad cambia.

-La UE acaba de aprobar sus presupuestos para 2014-2020, ¿servirán para salir de la crisis?

-El presupuesto europeo no está pensado para ayudar a salir de una crisis, ni está para atender un ciclo. De hecho, lo aprobado no tiene nada que ver con lo que se necesitaría ahora mismo. Por eso, el resultado de conjunto no ha terminado de gustar a los estados miembros, pues ninguno piensa que vaya a aumentar nuestra capacidad de crecimiento como debiera hacerlo. Yo tampoco estoy satisfecho y el Parlamento Europeo todavía puede revocarlos.