Andrés Rábago 'El Roto', durante su participación ayer en el ciclo 'Presencias Literarias'. :: ANTONIO VÁZQUEZ
Sociedad

Andrés Rábago, 'El Roto': «Nunca he buscado el arte por el arte»

El dibujante satírico abre el ciclo 'Presencias Literarias' y relata su experiencia profesional de más de 40 años en el periodismo

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Las Presencias Literarias de la Universidad de Cádiz no han podido comenzar mejor esta temporada, el escritor y dibujante Andrés Rábago El Roto completó ayer el aforo de la sala Argüelles en el Edificio Constitución 1812. El dibujante satírico, como él mismo se ha denominado al ser preguntado por el presentador, el gestor cultural Paco Cano, ha contado su experiencia de más de 40 años en el periodismo español.

Sus palabras e imagen encajan a la perfección con su trabajo, comparten su sencillez, armonía, abandono aparente y singularidad expresiva. Rábago habla bajo y despacio, en blanco y negro con tonos vivos en determinados momentos, pasa de un tema a otro y vuelve de nuevo al principio como si de un trazo de su lápiz se tratara. «Nunca he buscado el arte por el arte, el trabajo ha tenido una voluntad de austeridad» ha explicado a un público expectante, «el lenguaje busca el máximo con los mínimos elementos». Así es como ha descrito su labor de cronista gráfico con un idioma que tiene que ser «directo, comunicativo, que no exige conocimiento previo de la historia del arte; que se entiende por sí mismo». Una «comunicación de persona a persona sin ninguna interferencia», así de simple y difícil a la vez.

Cano le ha preguntado por sus herramientas de trabajo, «un papel, un lápiz y rotuladores indelebles», por su adaptación a las diferentes épocas, en la dictadura «trabajo silencioso» y en la modernidad «tiempos cortos con mensajes escuetos». Todo va cambiando porque «cada época tiene un tipo de lector diferente y un tiempo distinto».

Al hablar del humor y la sátira, El Roto tiene su particular filosofía sobre la risa, pero prefiere hablar de la segunda, de la que ha destacado más que la denuncia o la disconformidad - como ha apuntado su contertulio - su capacidad de reflexión.