Dos hombres observan la valla que mató a la mujer. :: G. RUIZ / EFE
ESPAÑA

Una mujer muere en Badajoz al caerle una puerta metálica tirada por el viento

El Ebro se desborda en Navarra y las lluvias y las nieves cortan carreteras y vías del tren sobre todo en la mitad norte

BADAJOZ / MADRID. Actualizado: Guardar
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La ciclogénesis explosiva que el fin de semana afectó a la Península causó ayer una nueva víctima mortal en Badajoz, al ser atrapada una mujer por una pesada puerta de hierro que fue derribada por una racha de viento.

El suceso ocurrió sobre las 19.30 horas de la tarde del sábado en la localidad de Aceuchal. A pesar de la tarde desagradable, fría y con mucho viento, María decidió ir a la casa de campo que tiene la familia en una pequeña urbanización con varios chalés, cerca de un arroyo, a la salida de Aceuchal, para comprobar qué daños podía haber hecho el temporal en la propiedad. La mujer, madre de dos hijos y abuela de tres nietos, se dejó la vida al intentar entrar en la propiedad, cuando se le vino la puerta encima.

Estaba sola entonces y no pudo hacer nada más que esperar, quizá durante horas, a que vinieran a rescatarla. Había ido sola al campo, porque su marido se encontraba en el tanatorio, velando a los familiares de un conocido vecino, que había fallecido ese día. Cuando regresó a casa y vio que no estaba su mujer, alertó a los familiares, puesto que la mujer no atendía al teléfono.

Ya alarmados, decidieron ir a la casa de campo, donde la encontraron tirada bajo la pesada puerta de hierro, de unos cien kilos de peso, todavía consciente, según los conocidos. La mujer fue trasladada en el vehículo familiar al centro de salud de Aceuchal, donde fue evacuada urgentemente al hospital comarcal de Tierra de Barros, pero ya ingresó cadáver.

Las primeras hipótesis sobre el suceso apuntan a que, al ser una puerta corredera, el viento arrancó la única fijación que tenía de hierro al poste de hormigón y la sacó del rail, lo que hizo que, al intentar abrirla, se le viniera encima.

La fallecida recibió ayer sepultura, tras el funeral celebrado en la iglesia de San Pedro Apóstol, donde estuvo acompañada de cientos de vecinos y familiares, que apenas se creían la noticia de una muerte tan inesperada y cargada de mala suerte, en esta localidad de unos 5.700 habitantes. También asistió al entierro el delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias.

Agua y nieve

Pese a que la ciclogénesis explosiva remitió ayer, la entrada de un nuevo frente agravó en muchos puntos del norte peninsular los problemas en las comunicaciones por la nieve y el desbordamiento de los ríos. Ese fue el caso del Ebro, que comenzó a anegar desde por la mañana numerosos campos en la margen izquierda a su paso por Navarra. El pico de la crecida llegó a media tarde y dejó caudales de entre cuatro y seis metros, según los diversos tramos.

Las mayores inundaciones, al cierre de esta edición, estaban localizadas en la localidad navarra de Castejón, donde también fueron cortadas varias carreteras. Además, los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro seguían la crecida en la misma comunidad autónoma, en Tudela, donde el agua entró en el casco urbano, y en la vecina provincia de Zaragoza, donde al caer la noche el río arrasaba campos de labor y se acercaba a núcleos de población.

Por su parte, las comunicaciones por carretera sufrieron los efectos del temporal en forma de nieve, derrumbamientos e inundaciones, con especial incidencia en Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Álava, Huesca, Lérida, Gerona, Barcelona, Almería, Córdoba y Madrid.

El tráfico ferroviario estuvo cortado durante la mañana entre la meseta y Cantabria por desprendimiento entre las estaciones de Los Corrales y Torrelavega. Asimismo, un tren Alvia que cubría el trayecto Madrid-Pontevedra descarriló durante la noche del sábado en la línea convencional Orense-Pontevedra, por un desprendimiento de tierra y piedras.