Valderas se ve con ganas de seguir al frente de Izquierda Unida en Andalucía

Izquierda Unida tiene como asignatura pendiente en Andalucía la asamblea regional que elegirá a los dirigentes de la coalición izquierdista hasta las próximas elecciones. Será con probabilidad a finales de marzo o primeros de abril. La gran incógnita es si Diego Valderas, coordinador general desde 2000, seguirá al frente o no de la coalición. El también vicepresidente del Gobierno andaluz lanzó ayer una pista en una entrevista concedida a Efe. Dijo que «tiene fortaleza» para seguir llevando la dirección de IU, aunque admite que no lo tiene decidido y lo pensará estos días de pascua.

Es la primera vez que Valderas habla tan claramente de forma oficial sobre lo que ya se sabía en clave interna. El político onubense desea seguir al frente de la coalición, pero sabe que un sector joven empuja con ganas de renovar y cambiar al coordinador no por algo personal, sino por darle un aire nuevo a la formación. La oportunidad para este sector es única, ya que Valderas cumple según los estatutos de Izquierda Unida con el tope acordado para renovar. De hecho ya se hizo una excepción en la anterior asamblea.

Sin embargo, queda la posibilidad de que los propios estatutos de la federación izquierdista se adapten y permitan la continuidad de Valderas otros cuatro años. En total serían 16 años. Para ese sector joven es mucho tiempo. «La renovación siempre es positiva», manifestó a este periódico la consejera de Fomento, Elena Cortés, el pasado día 9, aunque sin despejar del todo si Valderas debe continuar o no. «No toca ese debate», dijo entonces. Pero ya se ve que ahora sí, cuando el propio Valderas lo ha sacado a relucir.

En ese sector de treintañeros se encuentran, además de la consejera de Fomento, su directora general de Vivienda, Amanda Meyer, el portavoz parlamentario, José Antonio Castro, la diputada Alba Doblas y el secretario general del PCA, José Manuel Mariscal. Todos confiesan lealtad a Diego Valderas, pero desean un referente nuevo acorde con su generación. Sobre el candidato a sustituir a Valderas guardan mutismo. Hubo una oferta a Cortés, que esta rechazó. Castro era el preferido de Valderas, pero también descarta sucederle. Ahora se habla de Alba Doblas, tras sobresalir en la comisión de los ERE.

Para el sector más veterano esta renovación puede llevarse a cabo sin necesidad de cambiar al coordinador. Valderas presume de una amistad íntima con Cayo Lara, del que dice a Efe que muchas «veces pone la amistad por delante», dando a entender que podría respaldar su continuidad. El gran valedor de Valderas es el secretario general del PCE y portavoz en el Congreso, José Luis Centella.

Valderas manifiesta a Efe que IU necesita una renovación e incorporar gente nueva a la dirección para darle «solidez» al equipo actual. Pero a renglón seguido confirma que está reflexionando sobre si se presentará a la reelección, añade que ahora le mueve «cierta responsabilidad con los militantes» y anuncia que despejará su decisión a mediados de enero.

«Estoy dispuesto a colaborar en cualquier puesto que se crea oportuno en ese equipo de renovación. Me pueden encontrar llevándole el agua a quien se considere o aceptando que el agua la llevemos entre todos», manifiesta en un tono que admite las discrepancias sobre su continuidad. De hecho, ante la pregunta sobre si sus compañeros le han pedido que se quede, se sincera y admite que «hay de todo».

Valderas afirma que tiene «fortaleza» para continuar llevando el peso de la formación, pero también añade que quiere «pensarlo mejor» porque en muchas ocasiones «las apetencias se quitan del marco de la política» cuando entran en juego factores como la familia o los amigos, ya que «cuando se hace durante cuatro años puede pasar, pero cuando se lleva prácticamente toda una vida, uno empieza a tener cierto peso».