SOMOS TONTOS

Al contrario que la agresiva campaña de una multinacional del ocio electrónico, aquí en (el) Cádiz no cabe la menor duda de que somos tontos. Bueno, seamos más concretos; más que serlos, nos toman como tal. El primero en ponerse las pilas para tratar a Cádiz, su club y su afición como fue Antonio Muñoz. El cordobés entendió que esto era un negocio con el que hacer caja. Con el paso de los años, el tiro acabó saliéndole por la culata y su salida de la ciudad y de la entidad se produjo por la puerta de atrás. Para que se nos quedara todavía más cara de tontos, la operación de venta de su paquete mayoritario de acciones se cerró con unos tipos que llegaron al Carranza en loor de multitudes, muy bien trajeados y con una afición tan necesitada de cariño y alegrías que los trató como si Mr. Marshall llegara a la bahía. Todo ha resultado una gran burla. Con los tipos de 'Sinergy' ya podemos gritar a los cuatro vientos que sí nos están tomando por tontos. Con el equipo en puestos de descenso a Tercera, por primera vez en la última década, con la sociedad en banca rota y con la afición renegando de un estadio que es un oasis en un desierto de corruptelas y desgracias; los Manzano, Gaucci y compañía se empeñan en tratarnos como tontos. Ya han acumulado tres técnicos cuando no hemos llegado al ecuador de la temporada; la plantilla es lo peor que ha visto Carranza en muchas décadas y si todos los fichajes que han prometido van a ser jugadores treintañeros procedentes del inserso futbolístico, apaga y vámonos. Los Manzano, Gaucci y cía entienden que el nivel de memez del gaditano no conoce límites, todos sus sospechosos movimientos vienen adornados por una serie de manifestaciones que invitan a pensar que se están cachondeando del personal mientras los números negativos se acumulan en la estadística del primer equipo. Por el camino, comienzan a quedar las primeras víctimas. ¿Hasta cuándo habrá que seguir aguantando?